lunes, 23 de diciembre de 2013

Poesia de invierno

Si me engaño, no me veo
ni a mi ni a ti
y todo se diluye en un mundo
hecho de fantasía e irrealidad.

Triste pero cierto
Cansado y tranquilizante
Vivir del aire, de esos castillos
que realizo mientros me ensueño...
dormida, apática...
de sentimientos y emociones

Anestesiarme es encantador
de emociones vivas y alegres
Meterme en mi caparazón
de víctima y drama
me vuelven vulnerable
y mi fortaleza se convierte
en una resilencia estresante.

Amarse, amarme es tan complicado
cuando todo da miedo y angustia
Algo que te dice que no hace falta
ni mostrase, mejor dormirse
Que la vida ya es muy dura viendo
que sentir es morir en vida
Que la vida ya es triste de por si
no hace falta inyectarme más lloros

Por eso, abro los ojos
abro el corazón aunque me duela el alma
Me duele el observarme y mi mundo
y es mejor eso a estar atontada
por mi manía en quedarme dormida
en mis tristes soluciones del día

Es invierno y me siento fría
Un aire helado quiebra mis sueños
Yo misma lo hice, lo hago y me culpo
Los puñales que siento han sido mios
Y ni tu ni nadie son responsables de nada...

Quererme y que llegue la feliz primavera
Quedarme como un oso en una cueva durmiendo
sería una bonita solución
Y soy fuerte y también lista
como para saber que en la cueva ya no quiero estar
y prefiero que me duela a no sentir
y prefiero verte a tener tu ausencia
y perfiero vivir a mi manera

Sin engaños...
sin miradas tristes ni rabia
Conmigo para siempre, yo misma.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Poesia II

Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido:
yo, porque tú eras lo que yo más amaba;
y tú, porque yo era el que te amaba más.

Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti,
pero a ti no te amarán como te amaba yo.


Ernesto Cardenal

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tú quieras
las palomas que suelo mirar.

De lo pasado no lo voy a negar
el futuro algún día llegará
y del presente
qué le importa a la gente
si es que siempre van a hablar.

Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas no te niegues
no hables por hablar.

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Benedetti

Corazón coraza

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

Benedetti

jueves, 14 de noviembre de 2013

Sad days

Es triste ver lo que está ocurriendo en el mundo. Sólo hace falta ver el telediario y darse cuenta de todas las cosas negativas que están aconteciendo a dia de hoy.

Por una parte, la catastrofe natural y el consecuente dolor tras el tifón en Filipinas. Da mucha pena ver las imagenes de lo devastador que ha sido y como algunos países están ayudando (quizás no tanto como se esperase)de manera humanitaria a las familias y afectados de esto. A mi en particular me produce mucha lástima y aunque ayuda de forma económica me da la sensación que hago poco.

Luego, todas las noticias relacionadas con la corrupción de este nuestro país, como diria en "La que se avecina" y la impunidad que existe con aquellos ladrones que roban a la luz del día y quieren hacernos creer que hay justicia, democrática y legal, en España. Sólo me sale un concepto y es el de la indignación.

Me pregunto qué puedo hacer yo como trabajadora, como persona en este entorno en el que el bueno es tachado de tonto e iluso y el malo, si es que se puede realizar esta dicotomía tna básica, es reconocido y sale bien parado de todo.
Quizás siendo consciente de ello ya es un gran paso, quizás nada más se puede hacer desde mi "cómoda" estabilidad. Aun así, espero y deseo que ocurra algo, un cambio, un giro de buena voluntad y coherencia y que las cosas que están al revés, den la vuelta y se pueda vivir con tranquilidad.



miércoles, 30 de octubre de 2013

Otoño poético (intentos)

Mi corazón se vuelve cobarde
es como sentirlo sin darle espacio
al cariño, al afecto
me quedo en ese vacío contemplando
desilusiones, desamores.

Mi mente no para quieta
pensando, rumiando...
Días tristes que quizás me alejan
Días alegres que disfruto sin ella

Mi cuerpo está agotado
se siente cansado como sin vida
Sentirse sola es de valientes
afrontando la vida, tal cual, sin parches
que te puedan salvar de la emoción

Emociones, quizás me ahoguen
Sentimientos de soledad, desequilibrio
Hacer por hacer sin nada que hacer
volver a empezar sin éxito
(aun sabiendo que se ha de volver y volver)

Estar parada y fumar
Sentarme y beber
Escapatorias frustradas de placer
El querer y no poder o al revés
Agotan las esperanzas...

Dicotomías de una vida en soledad
Sentirse sola no es lo misma que estarlo
De lo segundo me consta que es real
De lo primero es lo que estoy contando
Sin remedio, sin más, es lo que me está pasando

Ser fuerte no signfica reprimirme
Ser fuerte es ir más allá y arriesgar
¿donde ha quedado la valentía de antaño?
¿donde están esas frases que me decía para poderme levantar?

algunos dicen que esto es muy normal
Otros que no, que de pasos y acabe
Me es imposible acabar, de finalizar
algo que hace ya tiempo acabó

Estoy en un presente continuo
El pasado me llama demasiado fuerte, muy fuerte
no me deja a veces ni pensar en el ahora
y de la misma ansiedad paso a un futuro incierto
y de ese círculo vicioso no me puedo quitar,
ni tan siquiera con ayuda del de afuera

Intento plasmar con palabras
tal cual me siento en este momento
me entran deseos de huir, se evadirme
y sé que eso no es bueno.
Descanso, me entra la pereza
y me envuelvo en mis ensoñaciones

¿Quien sabe lo que vendrá mañana?

viernes, 18 de octubre de 2013

Otoño 13



Ya ha quedado atrás la etapa mental, ahora me he metido de pleno en mi cuerpo.
Leyendo "Los cuatro acuerdos" y "El poder del ahora" se me hace muy presente el poder experimentar la sinceridad y la honestidad en todas sus vertientes. Ser consciente de que vivir el momento del ahora con total sinceridad es quizás algo que me cuesta,siempre trampeando con mis máscaras de buena niña, achuchable y meditadora de todo, incapaz de hacer una simple confrontación por no caer mal y no sentirme rechazada.

Ser sincero no es fácil,para mi no. Sinceridad significa confrontar cuando algo no quieres o no te gusta y dada mi personalidad cómoda y a veces temerosa, se me hace un mundo hacerlo. Lo que más me fastidia es que soy consciente de que lo hago, es verme con una máscara de falsedad por no permitirme el rechazo, el no. Siento rabia y la transformo en aceptación incondicional de toda persona que tenga cerca. Eso cansa y carga, hasta que me debilito y enfermo. Pura materia didáctica de libros de psicología y la neurosis.

Sinceridad, rabia, confrontar, ser una zorra... Ahora mismo no puedo controlarlo, se me escapa de las manos, desborde emocional ya que aparentar y ser no van de la mano. He de ir dejando cargas y vivir el presente, ni siquiera el futuro me puede animar.

Pequeños esbozos de unas semanas que han sido a tope de introspección.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Beauvoir je t'aime



Estoy en fase mental, en fase totalmente intelectual y es por eso que me paso más tiempo leyendo y viendo películas raras que estando por ahí buscando y encontrando gente.

El motivo fundamental es la profunda indolencia y que me temo se disipará como una bofetada cuando empiece tercero de Gestalt, o sino antes, con Laura G o en algún taller que me haya apuntado con la siempre ilusión de encontrarme, quererme y acabar luego, con insomnio y pensando que esa ilusión se ha convertido, otra vez, en una actitud pueril y desconfiada de mí misma.

Me he leído “Memorias de una mujer formal” de Simone de Beauvoir en menos de una semana y de ella he sacado la conclusión de que las mujeres, sea cual sea el siglo en que hayan vivido, introvertidas y con personalidad rarita les pasan cosas muy similares. Mientra leía que Simone estaba viviendo con mucha gente y en realidad se sentía sola, me asombré y cuando explicó que prefería la compañía de un libro a la de una persona, entonces casi me da algo porque hay ciertos momentos muy míos en que me gustaría convertirme en eso, en un carácter más de un libro.

Simone de Beauvoir escribió otro libro que se convirtió en libro-manual del feminismo actual. Ella no lo supo hasta que años más tarde vio con sus propios ojos que sus pensamientos también lo compartían miles de mujeres, casi todas trabajadoras y que habían visto como sus antecesoras (madres, tías, abuelas) habían sido simplemente un agregado dependiente del hombre. Hay que agradecer a Simone y muchas de estas teóricas el hecho de que la mujer pueda votar y hasta hace relativamente poco, abortar. Sorprende leer que en algunos aspectos y según la política del momento, la sociedad haya dado pasos atrás en cuanto a feminismo y salud hacia la mujer.

Todavía no he leído “El segundo sexo”, estoy digiriendo su biografía (memorias de una mujer formal) porque hay muchas cosas que me han llamado la atención y que espero me puedan ayudar para aclarar mi vida personal. Ella fue existencialista (base teórica también de la Gestalt de Perls) al igual que su compañero J.P.Sartre, dos escritores y filósofos que cambiaron y revolucionaron los pensamientos de una sociedad aburguesada como la francesa. Ni que decir tiene que en España esas revoluciones no ocurrieron por estar Franco como generalísimo del Estado, con lo cual, aun seguimos atrasados (no hace falta ni confirmarlo) en lo que a filosofía y psicología se refiere y más estando la derecha en el poder en estos momentos.

Yo me pregunto donde están esas mujeres que han luchado tanto para ser libres porque a día de hoy se les echa en falta. En la generación de mi madre sé que existen porque en mi familia, las mujeres han tenido un papel muy importante y han sido las que han trabajado y han estudiado. Recuerdo a mi abuela materna hacer la administración del dinero y la gestión del dinero familiar, trabajar y estudiar porque ella quería. Fue una mujer muy inteligente y que heredaron mis tías (todas mujeres) que se fueron sin dudarlo a la ciudad a probar suerte y dejar el campo porque ellas servían para algo más que lo rural.

Mi madre en cambio no quiso estudiar, ella se define como trabajadora nata y que aunque tuvo el mismo derecho a entrar en institutos y demás, ella prefirió tener dinero para formar una familia. Ella fue la más conservadora de todas y no es raro que tuviera más afinidad con mi abuelo. En cambio mis otras tías tardaron en casarse y tuvieron tiempo de estudiar y sacarse sus estudios secundarios, cosa que a día de hoy mi madre se lamenta un poco y me dice que si lo hubiera sabido, no se casa ni tan siquiera y se hubiera olvidado de la tontería del marido y los hijos...aunque cuando nos ve enseguida se le pasa y se siente orgullosa de ser como es. Porque de eso no le falta, ni genio ni orgullo.

Y volviendo a mi pregunta, después de repasar mi pasado ¿Dónde están las mujeres luchadoras? ¿Es que nos hemos convertido de nuevo en mujeres floreros, bajo el dictamen de la moda y la estética que ya no nos importa lo intelectual o las ideas? ¿Qué va a ocurrir con las chicas más jóvenes que ni tan siquiera saben que es el feminismo? ¿Estamos yendo hacia atrás? ¿Estancamiento?

domingo, 22 de septiembre de 2013

Moda Otoño



Os dejo una propuesta de look de otoño de Desigual y H&M, las dos tiendas donde he estado esta semana y sinceramente, las que más me han gustado.

Está muy de moda el look navy, el militar y sobretodo el grunge y a mi no me gustan nada de nada. Vuelven las sudaderas anchas y el jersey de lana de agujeros grandes y de colores caqui.

Yo prefiero ir a dar una vuelta por el outlet de Desigual y buscar algún jersey tipo casual urbano y ponerme unos pantalones vaqueros negros rectos o un pelín acampanados. Sin dudar, ponerme unos botines tipo rocker con hebilla grande y algo de tacón (para ir a trabajar) y un bolso mediano.

Este que os muestro me ha gustado mucho y por menos de 50 euros lo podemos tener... eso sí, te ha de gustar el estilo Desigual y llevar alguna chaqueta tipo cuero de color negro por si hace más fresco por la noche.

Como el azul también está marcando tendencia este año, también lo he elegido como color must pero se puede encontrar este jersey en colores rosados, el bolso también, al igual que los accesorios.

¡A mi me gusta mucho!

martes, 17 de septiembre de 2013

Heart Moments

El tiempo pasa pero la música me deja una impronta definitiva en mi corazón, en una cajita de música que se acciona con los recuerdos pasados. Es una manera muy mía de querer recordar con más empeño a aquellas personas que han significado algo para mi.

Este año y la mitad del anterior han sido momentos ambivalentes, de cambios y luchas, de reproches y perdones... No hay manera de estar estática, soy cambiante, impulsiva y es por eso que me aferro a esas canciones que llevan escrito bajo sus letras, el nombre de quien pienso.

Sil me recuerda a esa canción tan electrónica que ponen en discotecas alternativas de por aqui. Me refiero a Kids, de MTMG. Recuerdo a Sil bailando esta canción con los ojos cerrados y al compás del teclado, yo me la quedaba mirando pensando que era una de sus favoritas. Cuando me dijo que no tenía ni idea de que song era me quedé flipada, aun así, cuando la rememoro me la sale la cabecita de Sil dando tumbos y llevando su ritmo.

Cuando subía y bajaba en coche de empresa en el trabajo, Zen llevaba los cuarenta. A veces escuchábamos a San Bernardino o lo que fuera. Hubo un tiempo en que los dos estábamos muy unidos y la canción que más sonaba era la "Por quererte" de Efecto Mariposa. Es bonita, la letra me llega bastante y es agradable de escuchar mientras vas y vienes con alguien especial pero que no ocurre nada de nada. Me recuerdo a mi mirando el paisaje, sin hablar, cosa rara y pensando en esos días tan inciertos.

En el pueblo, cuando volví a ver a Lobo recordé su manía de hacerme llevar cada año muchas cintas de casete de tipo metal, cualquier tipo de metal. Yo las recopilaba de mi hermano y sus amigos y le llevé decenas de ellas. Siempre me lo recuerdo cuando nos vemos sin más en las Fiestas o en semana santa. Aquella cinta tan mítica de Deustche Metal que ni la mitad de grupos sabíamos y que nos sabíamos de memoria de escucharla todas las noches de aquel verano del 99. Su canción, como no, es la de Accept, I'm a rebel. Me la dedicaba y me la cantaba día sí y día también recordandome que antes de que me fuera a Barcelona, lo que teniamos que hacer era huir los dos solos al monte y vivir alli para siempre. Felices años.

De la xungui de Gestalt, esta muchacha que me hizo cantar Extremoduro en el stage y que no parábamos de tocar la moral a los demás, me recuerda a una canción de los mismos. "Que sonrisa tan rara" y es que no paraba de canturrear y dar a unos bombos que habíamos hecho de cajas de cartón.

Mi pasota también de Gestalt tiene una canción en su recuerdo ya que es la compi que mejor me llevo del grupo. Es muy nuevo el single aunque el cantante es famoso por lo de la Cyrus esa que la lió en Mtv. Me refiero a "Blurred Lines" de Robin Ticke. Lleva su personalidad esta canción, porque ella es asi, escurridiza, tranquila y con ganas siempre de salir y pasarlo bien.

Y para acabar, dedicar la última canción de este año o al menos del blog a Skar. Podrían haber miles porque he pasado tiempo con él y hemos estado en muchas situaciones. Podría dedicar una canción por día según mi estado afectivo. Para hacer resumen y tener una canción mente-corazón adecuada, sería escuchar la de "Dandy in the Underworld" porque es melancólica, es divertida y porque Bolan me saca el lado más tierno en sus canciones. Y tiene un no se qué en su ritmo que me hace recordar buenos momentos con él.

Así me despido de esta entrada, con la voz de Marc Bolan hablando de no sé que guapo en un mundo subterraneo y lleno de monstruos, mientras la purpurina y su boa le da su encanto glam.


martes, 10 de septiembre de 2013

Experiencias de viajar I


Este verano me propuse estar activa y se me ocurrió que con los ahorros del año, podría invertir en viajes personales. Pensé y reflexioné en que no había otra manera más efectiva y divertida que gastar y vivir durante un mes para mi misma y la idea me fascinó, así que enseguida me puse manos a la obra e inicié una organización personal para poder disfrutar al máximo las ciudades que visitaba y a mi misma.

Empecé por las más difíciles, Moscú y San Petersburgo. Ahora, que he podido digerir ese viaje me parece que han sido las más complicadas. Primero porque son ciudades poco dadas al turismo y noto cierto , como diría yo, resentimiento o rencor a los occidentales. Quizás fueran las maneras un tanto marciales en el tono de voz de los camareros o gente que trabaja de cara al público o turistas pero se podía sentir algún sentimentalismo comunista y esto lo pude comprobar con las funcionarias (si, mujeres, la mayoría de trabajadoras son mujeres) de los teatros, museos y palacios que visité. Sus caras eran tristes, ojos claros y apagados, ni una sonrisa de saludo, ni una palabra que no fuera: niet, da...
La seguridad de la que se ocupaba la Plaza Roja y los monumentos a los caídos en la II Guerra mundial eran hombres, la mayoría muy jóvenes, imberbes, rubios y de ojos muy claros. No sonreían claro y con las manos en la espalda, nos observaban mientras pasábamos delante de ellos. Habían tantos y tan parecidos que se me ocurrió que han creado un perfil de guardias de seguridad para acceder al puesto. Me transmitían frialdad y rigidez, supongo que el clima, la educación y todos esos factores genéticos les hacen ser así, tan diferentes a los del sur.

La ciudad de Moscú es enorme y surrealista, con sus monumentos enormes dados a una megalomanía excéntrica estalinista y una religión ortodoxa que dominó al pueblo con sus castigos al cuerpo, dando más énfasis a la espiritualidad. Es por eso que no encontré ningún cuadro anterior al siglo XV ni ninguna escultura...todo era castigado porque el cuerpo, la carne, era fruto del demonio. Ahora puedo entender el porqué de esa conducta actual moscovita, al ser tan ortodoxos, al tener arraigado el comunismo más feroz, sólo cabe la posibilidad de tener personas que trabajen, den su vida al gobierno y no se ocupen de sí mismos ni de su felicidad. Quizás su idea de felicidad es muy dispar a la mía, no puedo juzgar sobre ello, tan sólo compararla y me parece muy triste.

En San Petersburgo, al principio, daba la sensación que era una ciudad más amable y elegante. Lo segundo si es cierto, lo primero a lo largo de tres días pude comprobar que no. Sólo hace 10 años que tienen turistas y eso se nota. No hablan inglés y has de usar tu creatividad para que te entiendan. En el metro, en los tranvías, era fácil equivocarte y daba miedo preguntar porque ponían cara de fastidio. Menos mal que encontré a varias mujeres que sí se prestaron a indicarme el camino correcto al hotel y alguna estudiante de español que tenía la ilusión de ir a probar suerte a Barcelona, tal como me contó, que también me ayudó a descifrar algo el alfabeto cirílico. Les doy las gracias desde aqui, muchas spasivas.

No iba sola por Rusia, tenía un grupo de Singles y me hice más con dos chicas de Barcelona que me parecieron muy buena gente. Una, psicóloga y la otra administrativa. Con la psicóloga pude hacer más amistad y nos paseábamos fuera del grupo, sin entrar en souvenires baratos ni en los lugares donde nos aconsejaba la guía de pasar. Enseguida nos dimos cuenta que los guías ahí tenían cierta comisión con las cafeterías, tiendas y pasamos de ir, fuimos por nuestra cuenta. Encontré la casa del libro donde compré una guía sensacional de la ciudad, nada que ver con lo que venden los tenderos de calle a cinco euros. Y también de pura casualidad, una librería antigua donde encontré "El jugador" a un precio mínimo y que me prometí a mi misma empezar una vez acabase con Sarte y su existencialismo.
Con el grupo en sí me sentí bien, aunque no hice grandes esfuerzos por agradar ni entrar en amistad con nadie, iba a mi bola. De hecho, disfrutaba más de mis paseos con la psicóloga que de las cenas que hacían con vino y vodka hasta casi el amanecer, realmente no me apetecía y no lo hice, no me arrepiento de nada.

Volver a Barcelona y tener unos días para mí fue perfecto para digerir este viaje. ME sentía algo apagada por la desilusión de Moscú, me la esperaba de otra manera, más una ilusión adolescente que tenía apegada como una espina en el corazón de quinceañera mientras estudiaba a los bolcheviques y las ideas de Lenin, ahora nada tiene que ver con aquello y para más inri, ni te enseñan ni te explican esa época comunista, supongo que nos les gusta enseñar sus miserias.

Eché de menos lo agradable de una sonrisa mientras estuve allí, eché de menos el poder salir por la ciudad sin tener que ir mirando si alguien quiere hacer algo raro (habían mucho borracho suelto o indigentes que te escupían) y eché de menos esa manera de tratar al turista que de buen gusto y agrado trabajan aqui en España. No eché de menos la independencia y libertad de poder estar allí sin ser visto, me pude esconder y nadie me echaba en falta, podría haber desaparecido y nadie se hubiera dado cuenta.

De esta experiencia y a modo de resumen, saco la conclusión de que no hay que tener miedo a viajar con compañeros de viaje que no conoces, yo tenía la opción de ser muy amigable o no, todo decisión mía y sin fustigarme por no ser lo que debía ser. Fui autentica y me lo pasé genial, ser falsa no lleva a ningún sitio.
Sigo en mi misma linea discreta y callada, a mi bola, sin ser autista claro pero tampoco la reina del lugar que tanto me da por saco. Equilibrio, libertad, ser alguien sin sentirme mal conmigo. Me costó, lo conseguí y estoy cansada pero feliz.

Un viaje, una experiencia realmente horosho.

viernes, 2 de agosto de 2013

Nueve, nueve

Hace unos años mi terapeuta gestáltica me comentó que yo era un eneatipo 9 y empecé a buscar información. Para nada me vi en esas cualidades ya que no quería ver mi descuido personal, mi falta de interés en cuidarme, mi problemática con la confrontación... Y con paciencia y mucho trabajo he conseguido ver tanto los pros como los contras de ser una mujer nueve: ahora puedo estar más conectada con mi cuerpo que antes intentaba ocultar, ahora lo muestro mucho más (y me sirve ver a los compañeros 3), también saber decir que NO y que sea auténtico no como una idea pasivo-agresiva o terca.


A día de hoy me cuesta decir que no y lo hago cuando me veo muy segura de mi opinión y de mi misma, sino, lo que ocurre es que me dejo llevar por la opinión del otro y ya me borro, creando luego mucha frustración y rabia hacia esa misma persona y hacia mi misma, doliéndome la cabeza o teniendo mucha tensión corporal por no expresar, por no confrontar.

Lo que realmente me ayuda a estar sana como nueve que soy, es aceptar mis maneras sencillas de hacer, acepto que me cuesta arrancar y acepto también que prefiero la paz a la guerra. Me gusta mucho mediar y mi trabajo consiste en eso, por ello me siento a gusto donde estoy ahora mismo.

También cuidarme mental y físicamente me ha ayudado a verme, a mostrarme y a expresarme sin miedo (porque cuando lo hago puedo irme al 6), con seguridad, teniendo muy en cuenta mi necesidad de ese momento y no la del otro. Si estoy contenta lo muestro y si siento dolor también, ya no oculto emociones y me da bastante igual lo que piensen de mi (muy nueve y gran virtud de nosotros).

No me gusta sobresalir, tampoco es mi intención ser la mirada de todos, me conformo con tener una vida sencilla, tranquila, en paz... sin muchos altibajos emocionales, disfrutando del momento, queriéndome mucho y valorando todo lo que tengo porque hasta hace poco no lo valoraba. También, separarme de aquello que me hacia daño y seguía aun siendo consciente. He dejado relaciones de pareja por ser sumisa y abnegada, he dejado de lado a grandes amigos porque me notaba "abusada" emocionalmente por no decir que NO y ahora, me he quedado con las personas que me generan paz y me siento bien con ellas. Es una gran trabajo existencial el poder sanarse, el poder ser consciente y aceptar el eneatipo correspondiente. Y aun queda mucho y lo bonito es lo misterioso que llega a ser...

jueves, 11 de julio de 2013

Vómito de hiel

Hace tres meses que te dejé y mi duelo hacia ti cada vez tomaba formas diferentes. Me noté con rabia, aunque fue en pocas ocasiones, me vi insultándote por todo aquel cariño que necesité de ti y no me dabas, necesidades que te iba diciendo, a veces con lágrimas y que tu las obviabas con indiferencia. Así eres.

La tristeza llegó barriendo cualquier tipo de emoción antes presente, me vi llorando, pataleando, muriéndome de ganas de volver y que todo fuera un sueño, una pesadilla en la cual despertaría y tu seguirías ahí. La realidad vino a verme y me contó que me estaba portando como una niña chica. Que dejara llevarme por la tristeza y que llorara lo que quisiera y que jamás me arrepintiera de esas emociones tan auténticas que dejaba aflorar. Me sentía herida de amor, infravalorada, usada y finalmente aburrida de ti. Te dejé, así es.

Me pude reconstruir poco a poco, lenta y forzándome a salir, a viajar, a disfrutar. Vinieron oportunidades de ver el nuevo sol, la luna y descansar. Te fuiste de mi mente a pasos pausados y te ibas, te ibas hasta que pude ver un caminito que se enfilaba fuera de mi corazón roto y llegaba a esa parte tan nuestra, tan femenina que es el rincón de los amores olvidados en una parte cerca del recuerdo, del pasado y pasando de re-filón por el resentimiento y la frustración. Ahí te dejé, así es.

Y después de tres meses me llegas de nuevo, saltas del rincón del olvido a la más amargante de mis entrañas: la hiel porque sin más, sin mejor motivo que tus celos después de la ruptura, me empiezas a reprochar, a indignarte, a molestar y a decirme todas esas cosas que llevabas guardadas y que no tuviste el valor de decirlas cuando tocaba. Cuando por experiencia y madurez te dije de hablarlo cara a cara y sacar todo lo que teníamos que decir, hacer un esfuerzo y quedar como personas. Ahora hemos quedado como gusanos, como polillas que se han fundido con una bombilla que se le llama ego, orgullo.

Mi pena se condensa con mi amor propio, ese que a veces sale cuando la hiel amarga y la cabeza te repite sin cesar "no vale la pena, deja pasar, no te rebajes...déjalo como está" y de todo ese mejunje emocional sale el grito ahogado y me enveneno de rabia, de ira, de no saber que hacer, de querer odiarte y amarte, de querer morir contigo y sin ti, de salir de mi cuerpo y que me llevase el viento o la bruma a cualquier lugar menos a estar conmigo misma.

Eso, eso es precisamente lo que sentí al leer todas esas palabras envenenadas de celos, orgullo y narcisismo. Porque me sentí un cubo de basura donde pudiste vomitarlo todo y ahí lo dejaste, como hacen los borrachos que creen que vomitando se les pasa la tontería y luego, les viene encima todas esas cosas que han hecho o no y se arrepienten. Eres así, no hay más.

Y ese cubo de basura lleno de tus vómitos, repugnante y sucia a la vez, se quita de sus despojos y se limpia las heridas, se quita todo esa mierda que lleva del otro y la transforma en aceptación, porque todo, todito lo que me vomitaste lo estoy aceptando y me libera, porque sé que esa mierda es tuya y no mía y me siento muy bien de poder hacerlo aunque me cuesta la vida y la pena porque jamás pensé que fuera tan duro hacerlo sin gritarte.

Me estoy sanando a golpe de autoestima, a golpe de salir del agujero de la frustración. Tus palabras me dolieron y ahora sé que te dolerán más a ti, porque creo que las vomitadas hechas de ego y malicia también se transforman y en ti, seguramente, lo harán en el peor sentimiento humano que existe: la indiferencia.


martes, 25 de junio de 2013

Expresión de Provenza


Mi viaje a la Provenza francesa me ha llenado y enriquecido de muchas experiencias de vida.

Ha sido como una pausa de rutina diaria, un stop a aquellos hábitos que hago y no me doy cuenta y ni sé si son agradables o me son dañinos, simplemente los hago, sín darles más importancia y poniéndome a la defensiva si alguien me los cuestionaba.

Qué curioso es experimentar una vivencia con personas que no son de mi edad y en cambio si que compartimos las mismas ideas y ganas por la cultura, el paisaje y las formas de vivir. Me ha sido muy grato conocer a compañeras que con tan solo explicar pequeños detalles de mi han sabido verme y transmitirme sus conocimientos. Ya que tengo muy claro que soy muy joven y que ellas han vivido mucho, tienen biografía para rato y por eso, se merecen una escucha activa de remedios, consejos y una protección en general que me es muy agradable, sobretodo en el sentido práctico.

El poder dejar de lado aquello que ya lo hacía de automática, el poner conciencia en todo lo que hago y ver si me gusta o no, entender porqué lo hago y ponerlo en práctica no ha sido fácil y en tres días, al menos, he podido empujarme a no ser tan rígida en mis convicciones y también, no ser tan confluente de las ideas de los demás.

Las compañeras de viaje son mujeres que saben lo que quieren y no andan perdidas, me han podido enseñar que en esta vida has de pisar fuerte y chillar si hace falta. También me han enseñado maneras de luchar individualmente que antes desconocía o no quería ver ya que mi ego está en todo y me hace poner distancia y crítica a lo que veo. Y es bueno, porque ahora no soy tan ingenua de creerme todo y pongo mente a lo que es puramente emocional y mucha emoción a lo que es rígido de mente.

Desde mi opinión de treintañera prometo observar todas esas impresiones y expresar aquello que me ha llamado la atención y sobretodo, poner conciencia y darme cuenta de manera individual de que es lo que me llevo, cambio o simplemente está ahí.

Ratatouille!

domingo, 9 de junio de 2013

Belleza social



Estoy leyendo muchos blogs y páginas referentes al feminismo. Soy muy crítica y no todo lo que leo me lo creo a pies juntillas, al revés, pienso que sólo tomo aquello que va con mis valores y mi ética personal, lo cual eso me hace ser precavida y no caer en mitificaciones.

Me está gustando como enfocan la belleza femenina, nada que ver con la que veo en los medios de comunicación. Sin caer en lo más radical del conformismo y la pataleta anti-machista, hay páginas y comentarios de mujeres que me han llegado y quiero compartirlas con vosotras (porque sé que la mayoría que me seguís, sois mujeres)

- La rebelión de las esclavas está en facebook y lo comparten casi 5000 personas. Me gusta la estética y los post, algunos, realmente interesantes:

  1. http://elblogdematina.blogspot.com.es y en concreto cuando habla de "cómo se siente una mujer". Ideal para tener conciencia y paciencia al ser una mujer y vivir en nuestra sociedad.
  2. http://psicologiasocialuc.blogspot.com.es/2013/05/micromachismos.html?zx=a2770f4232635b3a Aqui trata el tema, nada hablado, de los "micromachismos", que para resumir serían aquellos actos y actitudes que hace un hombre respecto a la mujer sin agresión directa. 
  3. http://cierzo.blogia.com/2012/052805-historia-del-feminismo.php Para recordar de donde viene el concepto de feminismo y perderle el miedo, ser capaz de poder entenderlo y aplicarlo.
- Mujeres con coraje también en FB y es más una ensalada de comentarios y apuntes de como ser mujer y aprender a luchar en cualquier ámbito de la vida diaria. Resalto las frases e imágenes que realizan cada día.

- Feministas ácidas en FB. Son mujeres feministas muy activas, lo tienen muy claro y su lucha es inagotable. Me gusta su manera de explicar las cosas directamente y que no se callan, también como administran su página y las imágenes que muestran. Yo las encuentro algo extremistas aunque su manera de ser para nada me parece desmesurada ya que ya era hora que alguien manifestara toda esa indignación acerca de la dicotomía mujer/hombre, derechos/sumisiones, lucha/conformismo. Desde aquí les mando mi más sincera enhorabuena por leer cada día su lucha activa.

De todas ellas, me paro en concreto en la belleza femenina, lo que me gusta y me disgusta de ver en las redes sociales tales como facebook o en cualquier otra.

En muchas páginas que administra cualquiera que tenga una cuenta FB existen fotos e imágenes donde sale una mujer perfecta como sinónimo de bella. Podéis verlo y confirmarlo vosotras mismas. De hecho, esta mañana he visto un debate sobre "Chicas con gafas de pasta ¿si o no?" y yo me pregunto ¿qué tiene de bueno o de malo las gafas de pasta en las mujeres? ¿Son un signo más de belleza o anti-belleza? ¿Están proponiendo un debate de que una mujer con ese tipo de gafas es más bella que otra que no? ¿Se nos está yendo la olla? Pues si, a mi me parece que si, porque sentados en nuestra silla y delante del pc podemos juzgar, que no opinar, de si una mujer es más guapa con o sin gafas, con pasta o sin pasta... y eso a mi me pone especialmente triste.

También quiero criticar a las otras páginas donde salen "bellezas" como objeto sexual, dando a entender que cuanto más te parezcas a ese estereotipo, más perfecta y más triunfaras. Es un asco, es un asco creer que todas tenemos que ser así y más asco me da que los compañeros masculinos piensen que eso es belleza y no vean lo autentico de la mujer, que es mucho más que un cuerpo bien cuidado y delgado.

Por eso aplaudo a todas esas páginas que hacen reflexión y se oponen a ese ideal femenino, todas ellas que claman por una sociedad libre de juicios y que valoran más la belleza personal, única, femenina que no unos patrones estandarizados de una sociedad que sólo quiere perfección.

Yo, desde mi humilde posición de consumidora activa de FB, de los medios de comunicación y de revistas, tan sólo quiero decir que cada mujer es única e irrepetible, que cuidarse y enamorarse de una misma por lo que es, es un gran trabajo personal y que no decaigo en la lucha de ser igual que un hombre. ¿Y tu?




lunes, 20 de mayo de 2013

Calella, agua de paz


                                                             ERNEST DESCALS (pintor)

La nostalgia me ha seguido desde el tren de cercanías de Barcelona hasta el mismo hotel donde me alojaba, cuando nos resistimos a ella, a la tristeza, ésta surge sin más y me veo otra vez dando vueltas a temas que ya pensaba que estaban zanjados. Eso es lo que ocurre cuando quiero salir, salir de la rutina y de la comodidad y hacerme responsable, por fin, de estar sola por decisión y aprendizaje.

Se me pasó un poco la tontería mientras estaba en el agua, una sensación de plenitud me embargaba y me sentí de nuevo en paz, mi cuerpo buscaba paz y no tanta reflexión y me fundí con los ojos cerrados en esa bendita sensación de agua cálida. Sólo encontré pensamientos y pensamientos aunque pude desecharlos  qué difícil es deshacerse de los recuerdos y experiencias vividas.

Y mientras salía camino a la ducha, dejé la toalla en recepción y una curiosa chica me preguntó ¿Vas tu sola, tu no ibas acompañada? Y yo, imagino, con los ojos mirando al suelo y pensando ¿Tanto se me nota?, le dije un silencioso "no" y me fui con mi típica sonrisa de circunstancias  Y eso, fue eso, precisamente lo que me hizo espabilar y decirme que por algo me había dicho eso, que era un mensaje de "va, espabila ya, estate sola y disfruta que aunque quieras disimular, se nota y no hay remedio". ¿Para qué disimular un viaje si precisamente era el motivo de mi diversión?

Así hice, me cogí el bolso y con mi mejor cara salí a recorrer las calles de Calella, a ver gente, a escuchar conversaciones, caminar por caminar, pararme en tiendas, comprarme algo bonito, hacer fotos, sonreír  decir hola, perdón, gracias, muy amable, de nada... y todas esas nimiedades que para mi me han hecho estar contenta. Pequeño detalles que estando con alguien ni me fijaba y que estando yo se me hacían muy presentes.

Se hizo de noche, cené en un bar tranquilo, me leí mi revista, estuve atenta a los paseos de los extraños, de las parejas, de los niños, me convertí en una observadora y me hice cargo de las pocas veces que había hecho esto, porque prefería estar en consonancia con otro en vez de mirar por mi misma. El resultado fue, una mezcla de recuerdos, tristeza y paz.

Me dormí pensando en que este mundo está para ser observado y no juzgado. Que estamos aqui como caminantes y viajeros en un camino todavía por hacer. Que estoy sola y por decisión aunque podría escoger a alguien y no quise. Elegí sorprender a la gente de Calella solamente conmigo misma y la sorpresa me la llevé yo al encontrar algo de paz, algo de recuerdo y algo de madurez.

Aunque el tiempo no me acompañase tampoco, seguí mi camino de nuevo a mi casa. Con las manos vacías y con una nueva experiencia que espero condicione mi nuevo rumbo, viajando.


domingo, 5 de mayo de 2013

Planes



Vivir el presente es una experiencia agotadora, a veces me escapo y organizo mi futuro ideal y que bonita recompensa cuando las cosas te van encajando, cuando ves que tienes tiempo para ti y que puedas forjar ese futuro sin mucho más problema que la pereza.

Y ahora, después de un desengaño de dos años de duración, en donde ya he hecho las paces conmigo misma y con el hombre que fue mi pareja, doy un paso más a mi independencia personal, a hacer más camino y me encuentro sola, por decisión, sin estar triste por esa soledad que no me he permitido nunca y que ahora si, es el momento, de entrar en ella y verme sumergida en esas dudas, en esos miedos producto de un autoengaño mío que viene de lejos: la comodidad de estar acompañada.

He dejado la compañía atrás y quiero desenvolverme sola, a ver que me ocurre y a ver que me encuentro, será una manera de decirles a todos que quiero pasear conmigo misma y aunque tenga tantas dudas, la experiencia por otra parte me pide a gritos que lo haga. Le haré caso, volveré a ser sumisa pero esta vez conmigo, sin ser de nadie más que de mi misma.

Puedo verme ya escogiendo la ropa para irme a Calella, un fin de semana de spa al lado de la playa, por aquello de permitirme hacer un viaje sola y que no esté muy lejos de mi casa. Nadie me conoce allí, no siento miedo por ello, me llevo bikini y la valentía de poder tomarme un mojito en alguna terraza en compañía de mi libro y del sol o tal vez la brisa.

Después, cuando ya se puedan oler las fogatas de Sant Joan de mi Barcelona, me escaparé de ella porque me conozco ya sus fiestas y sus noches, quiero cambiar de rumbo y me iré, esta vez acompañada de gente con la misma ansía de viajar solos, a la Provenza francesa. A ver jardines, flores, paisajes que ni siquiera imagino porque desconozco la zona y voy a ir así  sin nada, sin ideas y espero disfrutar del viaje donde te lo organizan todo y sólo puedes hacer una cosa: vivir.

En Julio, un mes que para mi no significa mucho, espero revivirlo yendo a Mahón, con mi maleta rosa, mis gafas de sol y muchas ganas de playa desconocida y el mérito de haber volado por unos días con mis soledades. Tengo ganas de ver Baleares, me han hablado tan y tan bien de ellas que no he podido dudar al ver una oferta en Internet  Además, como una fuerza del destino, el vuelo más barato compagina perfectamente con mi horario laboral y una sonrisa se me ha dibujado en la cara. Mallorca, Mahón...

Y para finalizar y como planazo de estas vacaciones, mis vacaciones, ya he reservado 6 días para visitar un país que me tiene enamorada desde la adolescencia: Rusia. Ni que decir tiene todo lo que está pasando en mi cabeza respecto al viaje y como me lo voy a organizar. Queda tiempo y estoy ya impaciente de empezarlo todo.

Lo que más me da pena, quizás melancolía, es que todo esto, todos estos planes y viajes podría haberlos hecho con él si este hubiese querido. No hubo manera y ahora que me siento libre y para darme los caprichos de estos años encerrada en mi permitida sumisa, soy algo impulsiva y mirando como siempre el monedero, me encargo esta vez de mirar y cuidar de mí, porque ya se me agotó la paciencia de estar por el otro, por quien sea.


jueves, 2 de mayo de 2013

Letras para ti



Todavía parece que te escucho hablar sobre algo banal, parece mentira pero me gustaba verte enfrascado en algún lío laboral y como te enfadabas, te reías y finalmente me cogías de la mano para darme a entender que nada de eso importaba si estaba yo ahí a tu lado.

Recuerdo vivamente tu piel recién lavada por el agua fresca de la ducha y como me gustaba hacer pequeños corazones con la punta de mi lengua en tu espalda y tu sentías cosquillas, reías y me abrazabas y de mientras, el agua y el jabón salían de nuestros cuerpos y nos fundíamos en un largo beso y el tiempo parecía no tener fin al igual que nuestros sentimientos.

Dormir a tu lado era una mezcla de paz, ternura y mucho calor. Me derretía por ti, por el contacto de mis dedos en tus surcos, en tus labios y besaba cada pequeño matiz de tu firme piel. Me derretía por saberte tuya y que nos amaríamos esa noche, al igual que otras, y terminaría con un largo suspiro y un abrazo hasta la mañana siguiente.

Verte leer, hacer la comida, esos quehaceres diarios tan aburridos a mi me hacían sentirme orgullosa de tenerte a mi lado, esas pequeñas cosas del día a día que acabamos por acostumbrarnos pero que si te detienes y los saboreas, son momentos espléndidos y son los que más echas en falta cuando ya no ocurren, como es mi caso.

Sentada en el autobús esperando otro nuevo fin de semana, me mordía las uñas por la culpa de no poder hacer de nuestra relación algo duradero y sano.

Finalmente, en cuanto el afecto se volvió indiferencia, nuestro cuerpos llenos de reproches mentales, emociones sin decir y malestares varios, decidieron darse fin y en un fundido en negro, como dicen los directores de cine, nuestra historia de amor acabó, con el titulo de FIN y mis lágrimas agrías de tristeza y desamor que me habían dejado tus caricias, ya perdidas, en el fondo de mis entrañas.

Te amé y ahora te sigo amando a mi manera, no hay culpas, hay realidad y ésta es que no estamos preparados el uno para el otro, hay amor, hay pasión pero nos falta entendimiento.

Para Óscar, con amor.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Me miro en el espejo



Vivo en una constante distimia producto de mis inseguridades y las deudas que tengo pendientes con mi cuerpo. Me he hecho mucho daño con mis complejos y no he sido buena con el, es por eso, que a mis treinta y un años me sienta un poco madura y un poco adolescente, como aquel personaje que no quería crecer por miedo a hacerse mayor.

Me miro en el espejo y veo uno ojos brillantes de color castaño claro, con algo de rojizo y unos puntos blanquecinos. La pupila negra me asombra y me hace sonreír  La forma de mis ojos me hace parecer una niña ya que son pequeños y traviesos, profundos, todos me dicen que mi mirada esconde lo profundo de mi alma y pensamiento y que ya puedo mentir que ella me descubre a los demás.

Expresividad y sonrisas, risueña y sonriente. Me veo sonreír por todo y me gusta aunque también me veo llorar, esas lágrimas saladas que llegan hasta el final del cuello y me hacen sorber, en mi intimidad, me gusta paladearas y sentirlas mías, son producto de mi tristeza.

Mi nariz es pequeña y respingona, mi boca se asemeja a un tajito de mandarina porque mis labios son jugosos y aunque pequeños, voluptuosos y me encanta enseñar mis dientes en la sonrisa de mis días.

Al ser de estatura pequeña, creo que mi cabeza es más grande de lo habitual y me veo cabezona, no es un complejo sino que si me ves lo primero que te fijarás es en mi pelo y mi cabeza. Soy morena de nacimiento y ahora me hice mechas doradas que me dan brillo y color. He amado el pelo largo toda mi vida y mi pasión es el cuidado del pelo. Pocas veces lo he teñido porque lo quiero tener sano y con vida.

Tengo los hombros anchos y espalda también ancha que se va afinando en una cintura bastante estrecha. me gusta el busto que tengo ya que llama mucho la atención. Antes, de adolescente, aberraba el tener que ponerme en tirantes y que vieran mis pechos, la vergüenza que sentía me obnubilaba. Ahora, tras hacer las paces con ellos, los enseño discretamente y forman parte de mi sensualidad.

De mi cintura puedo contar mil maravillas, me encanta. Los vestidos me encajan y me hacen una figura muy femenina. Los pantalones al tener piernas gorditas me lo tengo que pensar mucho al ponerlos y creo que me quedan bien con bailarinas o tacones que afinan mi figura.

Mi trasero es abundante y grande, gran complejo que tuve en mis años de instituto porque lo veía enorme, como una deformidad que no sabía para que servía y que quería anular a toda costa. No ayudaron las crñiticas de compañeros y me hundía en mi misma la ver que ese bulto no lo podía esconder.

Ahora, aunque todavía lo veo grande, sé que es algo más de mi y de mi figura femenina, un punto a expresar cuando bailo y estoy en plan sensual buscando guerra. Con vestidos y faldas aun se acentúan más esas curvas y me defino como una mujer madura pequeña y con curvas, y a día de hoy, estoy encantada con mi figura.

Hay días en que la dichosa distimia me hace entristecerme y me veo un bicho raro, es como todo lo dicho fuera algo que dijera en un algún momento eufórico y ya nada de eso existiera, como un subidón de autoestima. La constancia y el quererme han hecho que sea más consciente de que soy una mujer bella y que me queda mucho por aprender, por experimentar y vivir.

Si me miro en el espejo, tan solo me veo en el presente, una chica con ganas de vivir,

miércoles, 27 de febrero de 2013

Es mi responsabilidad

Me hago responsable de que necesito la aprobación de los demás y esto influye en mi estado de ánimo. Cuanta más aprobación, mejor me siento. No está en mi, está en cualquier otro.

Me hago responsable de que soy una criticona, tanto conmigo misma como con los demás. Estoy muy pendiente de lo que me dicen, lo que digo y la interpretación de ello.

Me hago responsable de dejarme, pensando que las cosas se arreglaran solas, no arriesgarme a dar un paso para que algo cambie. Estoy cansada y a la vez aburrida de ser consciente y no avanzar.

Me hago responsable de que no todo el mundo ha de estar de acuerdo conmigo, que me cuesta decir lo que pienso por miedo, por mostrarme, porque me siento inferior y eso se nota.


Me hago responsable en depender de lo ajeno, dejando lo propio, lo mío a un lado y no darle un valor como se merece. Me cuesta aprobar y valorar mi día a día, prefiero que sean los demás.

Me hago responsable de mis despistes que no son más que bloqueos para no hacer aquello que no me gusta, o que no deseo hacer por el otro y doy un mensaje contradictorio porque dependo de ello. Altamente neurótico.

Me hago responsable de que me cargo con más estrés de lo normal, que no dejo fluir, que no elimino lo negativo sino que le doy vueltas y machaco hasta que me harto y luego culpo, eso no es responsabilidad.

Me hago responsable de tener muchos recursos, muchas herramientas personales y dejar que mis barreras emocionales no me dejen ser, no permito ser, me escondo y no las muestro. Están ahi, las tengo y una vez las valore, saldrán sin esfuerzo.

Me hago responsable de mi criterio personal, de mi propio juicio, de mi propia ideología y creencia personal. Necesito aprender a tener mi valor, quiero llegar a ser auténtica.

Por eso quiero decir a mis compañeras que me hago responsable de mi propia manera de pensar y está bien. Te digo Skar todas las cosas que no me gustan y está bien. Os digo coordinadores que yo también me sé mostrar y valgo, sólo me hace falta dar un paso (tremendo paso). Os digo compañeros de Gestalt que también tengo mi parte rechazada y está bien. Me digo a mi misma que soy valiente, que hago muy bien en luchar y no decaer. ¡Adelante!

martes, 19 de febrero de 2013

No cambié



No, no voy a hablar de Tamara y su tema de "no cambié", aunque me trae recuerdos de cuando estaba en una pizzería y el trabajo no era una mis principales prioridades en la vida. Ahora, esa responsabilidad inunda mi día a día, a veces, de forma desesperada.

Hoy, yendo para el susodicho y necesitado trabajo, me he encontrado parada en mi moto y detrás de un bus urbano, leyendo una frase que me ha dado que pensar "Te quiero como eres pero ya te cambiaré".

Me ha resonado, me ha dejado muy alerta ya que es el tema recurrente de hace semanas, tal vez meses. Los cambios y yo, las otras personas y yo, mis contactos y yo.

La frase en cuestión para mi ilustra la pura verdad de mi relación, es triste aunque es cierto, asi lo pienso a día de hoy.

Se dice que las relaciones más sanas de pareja son aquellas en que cada uno se acepta como es y acepta al otro incondicionalmente. Yo me pregunto cuanto tardaré en aceptarme y aceptarlo, es más, cuando llegará ese momentazo con fuegos artificiales, cuando el  también se acepte y me acepte y lleguemos a la iluminación sentimental. Me da a mi que podemos tardar toda una vida en conseguirlo.

Yo no quiero que me cambie, quiero ser como soy yo,  aunque me cuesta ya de por si mostrarme genuína con mi manera de ser por aquello de necesitar la aprobación de todos. Y asi me muevo, enfadada cuando no me quiere y contenta cuando yo no le quiero, como algo que me carga, me asusta y a la vez disfruto.

Soy sincera y si que quiero cambiarlo, no debería ser, aunque es cierto, es la pura verdad. Porque me cuesta estar en un equilibrio en ser yo misma y quererlo por tal y como es.

Aceptarlo sería como confirmar que me gusta vivir en la distancia, en proceso de espera, que me gusta tener la responsabilidad lejos, que necesito llorar y dramatizar por mis circunstancias, que me encanta quejarme por lo sufridora que soy y que necesito hacerme daño para sentirme viva.

Son duras afirmaciones y es asi, será más fácil responsabilizarme, con tiempo e ir cambiando, ser sincera y ponerme manos a la obra. No sirve de nada engañarme ni sirve engañar a los demás.

Escuchar, aflojarme, dejarme sentir, fluir...ser auténtica.

domingo, 17 de febrero de 2013

Tomo



Para ir dejando esta etapa bastante depresiva acerca de mi y de Skar, decido dar una vuelta a la hoja y a seguir donde le dejé antes de toda esta historia.

Para ello creo y siento que he de mencionar a otra persona que me ayuda y que está ahí de manera auténtica y siendo ella misma: Tomo.

Me gusta como es Tomo, por la manera de ver el mundo tan diferente a mi perspectiva. Sabe lo que quiere e intenta conseguir lo que se propone. No la he visto llena de dudas, simplemente actúa aunque se tome su tiempo y eso creo que forma parte de lo que me gusta de ella, la capacidad de darse tiempo y darse paciencia para hacer cualquier cosa.

Un día me dijo que eso de las emociones no lo llevaba bien y que a veces lloraba sin más al ver un programa sobre animales, y lo decía sonriendo y quitando dramatismo al asunto. No la ví dar mil vueltas a lo que le pasaba ni meterse en la cama sufriendo por ello. Pasó página y a otra cosa mariposa, hay prioridades que atender.

También agradezco ese freno emocional que me pone mientras hablamos, es la primera que en cuanto me oye hablar mal de mi se enfada y me corrige. Ha habido veces que sin darme cuenta le he estado enviando mensajes muy masoquistas sobre mí y en cambio me ha respondido con "no te machaques tanto, ya pasará".

Es distinta a mi y aprendo de ella en los aspectos que a mi me faltan por pulir: pragmatismo, prioridad de necesidades, independencia emocional, no apegarse al otro y tomarse la vida con más sonrisas y menos lágrimas.

Tomo, me gustas mucho y sé que me harías una broma en plan guarrillo o te sonrojarías, y es asi, quédate a mi lado porque te necesito.¡Muack!

martes, 12 de febrero de 2013

No se puede hacer nada más

Rebecca comentaba hace unos días que las relaciones insanas pueden doler mucho a quien está metido en ellas y sobretodo, remarcar el masoquismo emocional que a veces ando metida.

Estas semanas las catalogo como ambivalente, yendo de un extremo amoroso a otro que ralla el odio, pasando por una incerteza total y un no sentir apra que todo esto no me duela tanto. No hace falta remarcar que hay millones de ideas irracionales, confusas, dañinas y extrañas que me vienen a la mente en cualquier momento, y si me lo dejo sentir, enseguida me viene el ahogo, el no respirar, el tener algo aqui dentro de mi que quiere irse y no lo permito. Y lo sigo teniendo.

Como decía Lucía Etxebarría, ya no hace falta sufrir por amor, aunque para ello necesites un master en gestión emocional en pareja y una especialización en independencia emocional. Yo todavía estoy sacándome asignaturas que me van quedando para Junio, para Setiembre y que no hay manera de aprobar.

Ahora mismo, estoy en tierra de nadie. No sé que quiero, no sé que necesito, es como estar dando vueltas a mi neurosis. Me encuentro triste y rabiosa a la vez. No encuentro justo que mi pareja, que sigo siendo si no estoy equivocada, esté indiferente, en plan vengativo, que no me exprese nada más que ideas rencorosas y de despecho porque le dije que no aguantaba más la situación de no sentirme querida y no verme en un compromiso mutuo, que habían cosas por hacer, cosas que no em gustaban y que era preciso cambiar pra poder tener una relación más madura. No lo entiende o lo ha entendido como un ataque personal a su ego.

Y ahora me siento que tenía que haber sido firme en mi primera propuesta de finalizar todo esto y no haber caído en la idea hiperromantico de "todo puede cambiar, es cuestión de paciencia y mucho amor". No es asi, es una trampa evitativa del dolor de la separación del otro. Ni el va cambiar ni yo voy a hacer cambiar nada, porque las bases se hicieron hacen años.

El hecho de verme con más valor, más valiente cambió mi manera de verme totalmente dominada y a expensas del otro. Yo quería más, quería una relación normal. Porque he leído, parece algo totalmente surrealista, como funcionan las parejas funcionales y no tienen nada que ver conmigo. Y yo formo parte de ello, yo también siento que soy responsable porque no haya funcionado.

Sólo me queda respirar, priorizar mis necesidades, hacerme fuerte de nuevo e ir avanzando. Si em soy sincera, aqui en este momento, quiero dejar de sufrir, quiero dejar de autolesionarme emocionalmente y poner los pies en el suelo. Si esta relación no fluye, se interrumpe y solo yo quiero que funcione, me voy a malgastar, a lesionar, a sacrificar y no quiero, ya no, ya basta.

Ya basta de indiferencia afectiva, ya basta de dejarme llevar por el victimismo, la tristeza, el no hacerm el dejar pasar y que el otro lleve las riendas. Necesito, no es un deseo, plantarme, despedirme y quedarme conmigo misma mucho tiempo. Ya no necesito que esté ahi porque me hace mucho daño, tanto, que me es imposible respirar.

domingo, 3 de febrero de 2013

Un te quiero y un adiós



Esta carta sería para ti y sé que no la vas a leer, por eso, la escribo aquí.

Recuerdo que nos conocemos desde hace muchos años y siempre ha habido algo que nos ha unido: la autonomía de cada uno en su vida. Ya desde esas épocas no había nada que nos llamara la atención y al menos a mí, me costaba encontrarte interesante.
Pasaron los años y la vida nos hizo conocernos y entonces sí que me vi atraída por ti  me encantan tus ojos y esa sonrisa de niño travieso y tu físico de gimnasio, me gustaba que fueras tímido, me empezaste a gustar de verdad.
Y un día, sin más, nos encontramos solos en mi cama dándonos besos y cariños, primero sin tener idea de donde íbamos con esto y a la vez contenta de que estuvieras ahí  enroscado en mi cuerpo y hablándome de ti sin tapujos. Fue el inicio, lo más bonito, la etapa de enamorarse y vaya si caí, y contenta de ello.

Los meses caían del calendario  pronto íbamos cumpliendo meses, a tu manera, ya que mi costumbre era celebrar que estábamos juntos de una manera especial, ahí me dí cuenta de que somos diferentes y no lo tuve en cuenta.

Te fuiste y quise seguirte, por mi cabezoneria que iba a estar ahí  Tu decías que tenias que pensar y que era complicado, yo pensé que ese pensamiento tuyo era por el miedo al compromiso que en realidad es que te morías por estar conmigo como me pasaba a mi. Me dí cuenta por otros contactos que mi fantasía o deseo se iba fulminando a base de pequeños disgustos: comentarios acerca de otras chicas, privados con otras, ver sentirte más cómodo con algunas otras y al comparar (error mío) me sentía rabiosa y te llamaba en mi estado más celoso, cosa que no ayudaba en nada y cada vez me sentía menos yo y más tu, pasando de mi y aferrándote a ti, me difuminé pensando que al final acabarías viendo como soy.

Me ponía de los nervios cada vez que me nombrabas a alguien, me ocultabas muchas cosas, por no enfadarme decías y sentía mucha desconfianza. No sabía que pasaba, si estaba teniendo un ataque de celos o es que realmente no querías que yo supiera de ti  Se mezcló tu incapacidad de entenderme con mi inseguridad y eso desembocó en una etapa triste, justo cuando te marchaste a hacer tu curso.

Me armé de valor, de orgullo y de esperanza y vivía más en el futuro que en el propio presente. Me dí de lleno a ti  solo estabas tu, no había nadie más a mi alrededor. Si me llamabas para quedar, dejaba a mis amigos, iba a casa y corriendo al aeropuerto. Si tenía la ilusión porque te habían asegurado que podrías verme, me llamabas diciendo que no era así y me sumía en una tristeza fuera de lo normal y así pasaban las semanas y los meses.

Me dijiste que no te entendía y que no querías hablar conmigo porque yo no te podía ayudar, por eso nuestras llamadas sólo eran cortas y amables, nada sustanciales, como una obligación que se ha de hacer y no por la alegría de escuchar al otro.

Volviste, todo infeliz, triste y agrío. No viniste a mi 30 cumpleaños, no viniste a verme hacer cosplay, tus excusas eran que estabas mal y tenias otras cosas en mente. No diste tu mano a torcer y yo lo permití.
Permití que te fueras a ver a tu familia siempre sin decirte que podías pasar unos días conmigo ya que hacía tiempo que no nos veíamos. Fuiste tajante y dijiste que no era el momento, sólo pensabas en ti, sólo en ti.

Una vez me quisiste dejar y vi que lo tenías claro, me comentaste "sé que no puedo hacerte feliz" y yo te contesté "déjame a mi lo que crea que me hace feliz y lo que no" y ante eso, me dijiste que lo sentías mucho y que me querías, que seguías conmigo. No entendí bien que era lo que pretendías, tampoco llegaste a contármelo.

Tras esto y unos meses de aqui para allá, empecé a tener problemas de riñón  de migrañas, de espalda... tuve ansiedad y me recetaron antidepresivos porque estaba triste y las emociones me bloqueaban. Estoy pasando por una formación de trabajo personal muy cañera y parto de eso, que todo me afecta y para eso estoy estudiando.

Cada vez me costaba más el irte a ver, ya sea por el autobús o por como estábamos los dos juntos. Empecé a notar que no había ya esa magia del principio y que tampoco teníamos claro que haríamos en un futuro. Miento, tu si que lo tenías claro, seguir en tu puesto hasta que hicieras de nuevo el curso y luego quedarte en Madrid. Me llevarías contigo, eso sí, pero no se te ocurrió pensar que quería yo. Ahí también me meto yo como responsable porque estaba más contenta en que me llevases donde fuera que en mis propias necesidades. Te dije que sí, adelante, nuestro futuro sería ese. Esperar hasta un nuevo trabajo para ti.

Y durante estas navidades y haciendo introspección de porqué me pasaban tantas cosas a nivel físico me di cuenta que estaba descuidandome a todos los niveles. Quería ir en autobús aunque estuviera cansada de la semana y me doliera la espalda y riñones. Quería pasar tiempo contigo aunque fuera malo para mi salud. Me sacrificaba para verte aunque no fuera lo más saludable y todo eso me pasó factura.

La factura fue que tuve que pensar, reflexionar y tomar tiempo para saber qué me estaba ocurriendo. Te estaba amando demasiado, te estaba dando mi vida, mi amor y mi salud sin pensar en mi. Me estaba enfermando por el miedo a no tenerte y que me dejaras, me estaba destrozando por infravalorarme en comparación con tus ex novias y amigas.

Entonces, llegado el momento en que me explicas en que te vas de vacaciones y no piensas en mi en ellas, diciéndote claro que me duele, decides irte porque te apetece hacer tu plan. Me volvió a doler y en vez de sacrificarme y darte mi amor incondicional de nuevo, pensé en mi.

Pensar en mi fue maravilloso, pude darme cuenta en que erraba y era, precisamente, en no decirte la verdad, en no poderme a mi primero, en que yo soy la más importante y que mi opinión vale igual que la tuya.
Tu no me incluiste en tus vacaciones por lo tanto, yo pensaría cual sería necesidad más importante cada día.

Y este mes lo tenía ocupado en hacer cosas que para mi eran prioritarias como quedar con mis amigas, quedar con mis primos, quedar con Silvia, celebrar el Carnaval y hacer taller de Gestalt. Me dí cuenta que dentro de esas prioridades no estabas tu y me sentí triste, no tenía la confianza como para presentarte a mis primos ni para que compartieras Gestalt y menos obligarte a que vinieras de Carnaval.

He pecado en ser totalmente incondicional y dejarme llevar por ti, eso es cosa mía, lo elegí yo y no te hago responsable de ello. Pero ahora, que me veo con más fuerza y menos ganas de sacrificarme por amor, tengo la suficiente valentía de decirte que no quiero ese futuro que "habíamos" formado juntos.

No quiero dar mi vida laboral y mis amistades a ti, que no eres capaz de incluirme en tus vacaciones ni tampoco tienes la valentía de explicarme tus emociones. Sigues siendo inaccesible y solamente ves tus propias metas, no ves una vida en conjunto vista desde otros puntos.

No quiero seguir siendo la que ama demasiado, la que dice que sí, la que da soluciones para que lo nuestro funcione sin ver cambios. No quiero cambiarte pero si, poder hacer una relación juntos diferente que no es lo mismo y a día de hoy, no quiero sacrificarme por ella.

No quiero seguir contigo, no quiero rallarme pensando porque no eres cariñoso, porque no muestras a los demás lo mucho que me quieres, porque eres tan reservado en lo personal sabiendo que yo era la persona que más querías.

No quiero seguir estando con alguien que no me dice las cosas por miedo a que me enfade, que no es valiente en afrontar que si es como el quiere ser lo diga y lo demuestre, no que tire la piedra y guarde  la mano. Que intenta darme lecciones, que te comportes como un padre, que necesito cambiar, madurar y ser domada como muchas veces me has comentado. Porque no me has aceptado como soy e intentas cambiar lo que soy.

Y ante esto, una carta de despedida que me ha generado mucha pena, melancolía  recuerdos bonitos y otros con mucha rabia. He hecho lo que he podido y te he amado más de lo que pensaba. Me quedo con ello, en que estos dos años he aprendido de ti, de mi y de nuestra relación, no ha sido tiempo perdido.

Ahora y durante tiempo emprendo un camino en solitario, pensando por y para mi, sacrificándome por mi, intentando ser tal como soy, sin frenos, viviendo, expresando y cuidándome lo más posible.

Eso es lo que quiero y a ti, que cumplas tus sueños, te lo mereces.

viernes, 1 de febrero de 2013

Mi mujer




Ser mujer no es fácil, eso es lo que he podido comprobar y darme cuenta durante este proceso de crecimiento personal y gestáltico.

Digamos que para mí, es el equilibrio perfecto entre mi parte infantil y la opuesta, la maternal. Hay veces en que mi relación con una persona se vuelve totalmente infantil, siendo yo misma pueril, vergonzosa, tímida, dependiente, excesivamente complaciente y necesitada de aprobación. Ahi aparecen los miedos, el temor y el querer ser inferior por ello. Rabia me da leerme y darme cuenta de todo esto.

Y cuando aparece la maternal, la relación es de sobreprotección al otro, de sumisión, de amor incondicional, de dejarme hacer, de ser demasiado responsable, de cargarme. Aparece la parte más madre y dependiente, del no poder pensar en mi y volcarme en la otra persona, anulándome por completo.

Cabe decir que ambas partes, en su extremo, son dolorosas y disfuncionales para mi y ahí estan. De mi depende retomarlas de una manera apropiada y sana para que no me desborden.

Mujer, ser mujer, ser feliz siéndolo y mostrarme con orgullo que así quiero ser. Expresar con una sonrisa y mirada segura de que estoy en paz conmigo misma y que me quiero tal como soy.
Ver que el otro me ve y que no quiero evitarlo, que no hay barreras, que me muestro, que me expreso y soy femenina, a mi manera, reforzándome que siendo mujer tengo más seguridad, más empatía, más poder sobre mí y que sobretodo, tengo mucho más auto-apoyo.

Ser mujer también es para mi esa creatividad fascinante de escribir, dibujar, pintar, hacer cosas nuevas y disfrutarlas. Sentirse femenina sín la aprobación del otro pero que sí está, sea bienvenida también.

Ser mujer es decidir lo que quiero y responsabilizarme, ser consecuente y hacerme cargo de lo que me pasa, sin llevarme las inseguridades o manipulaciones del otro. Ser valiente y expresar que "por aqui vas mal conmigo" y sentirme liberada. No ser yo misma una manipuladora más sino ser capaz de mostrar lo que me gusta y enfadarme, si hace falta, dejando claro que mi enfado, mi rabia también cuentan, no sólo las emociones que gustan.

Sigo en camino de seguir siéndolo, disfrutar y mantener esa paz que exige ser una mujer, darse cuenta y percatarse del poder que conlleva y usarlo para un beneficio propio.

Por y para mi, mi mujer.

martes, 29 de enero de 2013

Si quiero, yo soy Harpía




Harpía, dícese de la figura mitológica mitad mujer y mitad águila que robaba maliciosamente la comida de todo aquel que se preparaba para comerla. Un castigo impuesto por Zeus, claro, para quedarse con la miel en los labios. De ahi que alguna vez se le diga a una mujer "de tan mala que eres pareces una harpía". Parece ser que el significado es totalmente negativo aunque como en todo, es relativo.

Porque me estoy dando cuenta que tener una parte harpía no está nada mal y sirve para tener la energía suficiente (o la valentía) de ponerme en mi sitio, espalda erguida y hombros hacia atrás, pecho fuera, talones pisando fuerte. Esa es la imagen mía siendo harpía, con mirada al frente, contactando, sin ocultarme, sin vacilar. Toda autoridad, control y mando y por ende, autocontrol y auto-apoyo reflejado en mi postura y mirada.

Agota ser harpía, aunque sólo sean por momentos. A mi siempre me ha gustado más ser la acuchable y buena niña que a todos encandila con su sonrisa de Heidy. Y por ello me he llevado disgustos, por permitirme estar en ese lado que a veces, es contraproducente. No echo la culpa a nadie, me responsabilizo yo misma de lo ocurrido y lo que no.

No quiero mentirme y digo abiertamente que esa "niña buena" me ha llevado a tener y hacer muchas cosas, no voy a concretar aunque repito que es un recurso más y muy mío.

Yo también puedo ser harpía, se me puede oir gritar, enfadarme y luchar por mis propias creencias y valores. Eso es lo que me gusta, lo que no me gusta son las manipulaciones y lo enrevesadas, por no decir perversas que puede llegar a ser algunas harpías.

Y ante todo, divertirse, mostrarse y expresar.

lunes, 21 de enero de 2013

Entrando en mi armario

La palabra feminidad y yo no hemos sido muy amigas, creo que desde la adolescencia me vengo discutiendo a modo de lucha interna con ella y ya cumpliendo los treinta, como que la lucha la ha ganado ella y aunque me fastidie, he de decir que tenía razón desde un primer momento.

Recuerdo que me gustaba mucho ir con ropa cómoda y evitaba cualquier prenda que se ajustase a mi figura, zapatos de tacón, abrigos entallados o cualquier complemento que tuviera que ver con lo femenino en extremo. Era un chicazo, no voy a mentir.

Poco a poco y cumpliendo años, el hecho de sentirme femenina y ser femenina fue dándome dolores de cabeza y más de un enfurruñamiento al ver que no era capaz (o no quería) probarme nada que resaltase mi figura. Tenía miedo de que me vieran siendo asi, menuda tontería si reflexiono ahora, con lo satisfactorio que es para mi que me vean guapa y seductora, femenina y segura de mí misma taconeando por la calle y con la cabeza bien alta.

Una de las cosas que más me ha ayudado ha sido entrar en mi armario y deshacerme de todo aquello que sentía que me llevaba a mi adolescencia, al negarme mi parte femenina. He ido quitando pantalones anchos, faldas largas, blusas XL, abrigos largos, abrigos muy cortos, camisetas horizontales, camisetas con estamapdos feos, colores apagados, pañuelos que no sabía como llevar, jerseys demasiado entallados o muy anchos que no me favorecían... en fin, que me he quedado con cuatro cosas contadas y lo bien que me siento por ello.

He ido llenando de prendas que sí me favorecen ya sea porque me veo estupenda o porque Sil, personal shopper, me ha aconsejado. Entre ellas, vestidos con cintura estrecha y volante hasta la rodilla, vestido negro realzando el busto, pantalones rectos negros o tejanos de poco pitillo, pantalones de colores variados, camisetas de cuello alto, jerseys con cuello ancho, cinturones para realzar cintura, abrigos a la linea de la cintura, abrigos de 3/4 que me hacen verme más alta, pañuelos y fulares acordes con mis colores favoritos.

Y tras esto, tan sólo me falta saber que le sienta bien a mi figura. Siendo realistas, soy menuda, con cadera ancha y bastante pecho con lo cual he de fijarme en llevar ropa que me estilice, no que me haga más bajita.

Buscando, buscando, encuentro.

miércoles, 16 de enero de 2013

Un paso y un grupo

Empiezo el año con un nuevo proyecto que ha dado luz esta semana: Intervención en pacientes con Trastorno Mental Severo: dieta y ejercicio físico.

Tras unos cuantos años en Terapia Gestalt formándome y asisitiendo a talleres en grupo, la vida me ofrece la posibilidad de ser yo misma quien lleve un grupo y pueda mostrar esa experiencia adquirida en ello.

Forma parte también de mi propia ambición de hacer actividades nuevas, más provechosas y dar un paso hacia la profesionalización de algo que me encanta: la terapia en grupo.

Integrando el movimiento, lo cognitivo y debatiendo sobre los sentimientos me doy cuenta de lo importante que es la relación en grupo y como bien llevado, se pueden realizar cosas muy bonitas.

Por y para mi.