domingo, 5 de mayo de 2013

Planes



Vivir el presente es una experiencia agotadora, a veces me escapo y organizo mi futuro ideal y que bonita recompensa cuando las cosas te van encajando, cuando ves que tienes tiempo para ti y que puedas forjar ese futuro sin mucho más problema que la pereza.

Y ahora, después de un desengaño de dos años de duración, en donde ya he hecho las paces conmigo misma y con el hombre que fue mi pareja, doy un paso más a mi independencia personal, a hacer más camino y me encuentro sola, por decisión, sin estar triste por esa soledad que no me he permitido nunca y que ahora si, es el momento, de entrar en ella y verme sumergida en esas dudas, en esos miedos producto de un autoengaño mío que viene de lejos: la comodidad de estar acompañada.

He dejado la compañía atrás y quiero desenvolverme sola, a ver que me ocurre y a ver que me encuentro, será una manera de decirles a todos que quiero pasear conmigo misma y aunque tenga tantas dudas, la experiencia por otra parte me pide a gritos que lo haga. Le haré caso, volveré a ser sumisa pero esta vez conmigo, sin ser de nadie más que de mi misma.

Puedo verme ya escogiendo la ropa para irme a Calella, un fin de semana de spa al lado de la playa, por aquello de permitirme hacer un viaje sola y que no esté muy lejos de mi casa. Nadie me conoce allí, no siento miedo por ello, me llevo bikini y la valentía de poder tomarme un mojito en alguna terraza en compañía de mi libro y del sol o tal vez la brisa.

Después, cuando ya se puedan oler las fogatas de Sant Joan de mi Barcelona, me escaparé de ella porque me conozco ya sus fiestas y sus noches, quiero cambiar de rumbo y me iré, esta vez acompañada de gente con la misma ansía de viajar solos, a la Provenza francesa. A ver jardines, flores, paisajes que ni siquiera imagino porque desconozco la zona y voy a ir así  sin nada, sin ideas y espero disfrutar del viaje donde te lo organizan todo y sólo puedes hacer una cosa: vivir.

En Julio, un mes que para mi no significa mucho, espero revivirlo yendo a Mahón, con mi maleta rosa, mis gafas de sol y muchas ganas de playa desconocida y el mérito de haber volado por unos días con mis soledades. Tengo ganas de ver Baleares, me han hablado tan y tan bien de ellas que no he podido dudar al ver una oferta en Internet  Además, como una fuerza del destino, el vuelo más barato compagina perfectamente con mi horario laboral y una sonrisa se me ha dibujado en la cara. Mallorca, Mahón...

Y para finalizar y como planazo de estas vacaciones, mis vacaciones, ya he reservado 6 días para visitar un país que me tiene enamorada desde la adolescencia: Rusia. Ni que decir tiene todo lo que está pasando en mi cabeza respecto al viaje y como me lo voy a organizar. Queda tiempo y estoy ya impaciente de empezarlo todo.

Lo que más me da pena, quizás melancolía, es que todo esto, todos estos planes y viajes podría haberlos hecho con él si este hubiese querido. No hubo manera y ahora que me siento libre y para darme los caprichos de estos años encerrada en mi permitida sumisa, soy algo impulsiva y mirando como siempre el monedero, me encargo esta vez de mirar y cuidar de mí, porque ya se me agotó la paciencia de estar por el otro, por quien sea.


1 comentario:

  1. Ánimo, cariño, que esta etapa es decisiva para tí y te va a servir un montón... para conocerte a tí misma, para experimentar cosas nuevas, para cambiar de chip, para empezar con muchas más ganas!
    Todos los cambios son para bien.

    Para lo que quieras o necesites, ya sabes dónde me tienes!

    Besos y un abrazo enoooorme!

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