lunes, 2 de abril de 2012

Ya están aqui: 30



No hace ni 24 horas que dejé de ser veinteañera y tengo ya colocado un 3 delante de un 0, lo cual, me hace pensar que algo tiene que cambiar en mi, o no, quizás es mi propia fantasía la que me dice que durante estos años me tocarán vivir crisis existenciales. Todo es tan relativo que quizás no ocurra nada de nada de lo que estoy pensando.

Lo que tengo claro y ya que me estoy formando como Gestaltista es que he de dejar el pasado, haber aprendido de el y dejar que el futuro pase sin obligarlo, sin planificar. Vivir el aqui y el ahora y estar en presente continuo, como decían en el cole. ¿Qué es fácil? Me temo que no porque ya mismo estoy pensando en que hacer este finde, como irá mañana en el trabajo etc... Como cuesta eso de ser una misma en el tiempo que marca, es decir, soy Bea con mis treinta a la una y cuarenta del día dos de abril del 2012. Cuesta aunque no es imposible, ¿verdad?

Lo que más me gusta y espero disfrutar es que la mujer a los treinta es cuando mas se le aprecia su belleza al igual que cuando va cumpliendo más edad, digamos que somos más afortunadas que ellos y envejecemos mejor, al menos, eso es lo que veo a mi alrededor. Quizás con veinte tuviera una piel más tersa y menos arrugas de expresión y ahora, con treinta, me cuido y obtengo una madurez bella, con todo lo que implica, no solo lo físico, sino una madurez y una belleza en todo lo que abarca en una mujer.

Lo que me da más miedo es eso de la "madurez" que no te puedes escaquear ya que se supone que debes de tener las ideas más claras, has de tener ya un planteamiento de futuro y has de ser una adulta responsable y consecuente con lo que te ocurre. Vale, lo acepto, forma parte de mi trabajo aunque no sé si con esto de ser ya una mujer a la treintena signifique que no vaya a cometer errores (los de siempre) y que de repente ya sea como algo más madura. Quizás, en otras generaciones, las mujeres ya eran madres de dos o tres hijos, cosa que a mi no me ha ocurrido ni ocurre y la madurez se veía en todas heridas maternas y por seguir adelante en una casa trabajada con el sudor de sus frentes. Obviamente no estoy en esa situación y las chicas de mi generación bastante tenemos con tener un sueldo cada mes y poder tener gente cerca para entender que el reloj biológico ya no va tan deprisa y a algunas, ni les suena.

Tener treinta para mi ha significado que aqui estoy, que he hecho lo mejor que he podido las cosas que me han podido surgir del día a día y que me mantengo íntegra, con gente nueva, con los de siempre y como no, llevando mi personalidad y mi forma de ser como un estandarte propio, que cada vez protejo más porque no quiero que nada ni nadie me la haga cambiar, a caso que sea para bien.

Quiero dedicar también esta entrada a mis amigos/familia urbana como es Masami, Tomo, Neus y Nuria, me han hecho entender que estar cerca de ellos significa ser feliz. También a Skar porque sigue ahí, parece mentira, y sigue, santa paciencia. Y como sé que serán ellos los que me aguanten y vean los cambios o no cambios, les dedico un beso y una abrazo de koala. ¡Gracias!

1 comentario:

  1. Primero de todo ¡muchas felicidades!
    Y segundo, no le des tantas vueltas, siguen siendo exactamente la misma mujer que ayer, y sí, llegar a los 30 creo que es un momento genial de la vida, uno empieza a saber lo que quiere y a tener lo que quiere, y la belleza más madura creo que es el resultado de como nos hemos hecho a nosotras mismas.

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