Cuando era una adolescente vivía más feliz que una perdiz, luego pasaron los veinte tantos estudiando, trabajando y yendo de un sitio a otro. Empieza la treintena ¿qué será de mi?
sábado, 10 de marzo de 2012
La chica de los pantalones lilas
Cuando tenía 15 años soñaba con unos tejanos de color lila, los veía en las tiendas de pantalones que eran de moda por aquel entonces "Pretty Jeans", "Lois", "Pepe's" no sé si ahora siguen teniendo tanto valor y recuerdo que me era totalmente imposible tener unos Levi's cualquiera, menos del 501 que todos queríamos por aquello de ir a lo fashion en plena época noventera. En fin, yo no tuve Levi's pero si sucedáneos y todos de color típico o negro.
Os tengo que contar porque me gustaba tanto el negro en mi vestimenta y es que cuando cambié para ser ya una mujer, es decir, físicamente, mi cuerpo engordó de la noche a la mañana 10 kilos. Lo cual cualquier ropa de cintura para abajo ya no me valía y tenía que ir en busca de algo que me quedara bien y me "adelgazara". Los acampanados negros tejanos fueron mi delirio en esa etapa adolescente y a día de hoy me sorprendo porque de estilizar nada, era toda mi propia autoestima la que me hacia sentirme bien.
De los tejanos lilas no había manera de encontrar uno que fuera barato y se ciñiera a mi cuerpo, busqué y rebusqué y además de un año a otro, volvieron los pitillos y a mi no me gustaban, creía que me hacia mas bajita y gordita. Tonterías, claro está.
Y un día, así sin más, mirando en la calle de Sants (mi favorita) en una tienda de esas que se pusieron de moda también por ser hipilongas y a la vez grunge, encontré mi deseoso tejano lila acampanado por un módico precio de 2000 pesetas. Además la talla estaba bien, un poco grandes de cintura pero con cinturón se arreglaba y así fue. A partir de ese día los llevaba a todos lados, alternando con los negros.
Digamos que fueron mis colores favoritos de ropa y la gente ya me conocía como tal, me sentía muy cómoda con eso.
Mis pantalones lilas duraron cinco años, un día vi como se habían roto justo en el muslo y aunque le puse un parche interior del mismo color, el daño estaba hecho, se estaban rompiendo y esa me hacía muy infeliz.
No puedo negar que me dolió mucho tirarlos aunque ya tenía mis 20 años y estaba en otra mentalidad, metida totalmente en la universidad y algo cambié.
Quería compartir con vosotros esto ya que el otro viernes me compré un tejano de otro color, esta vez no es lila sino verde y sé que signfica un cambio y está por ver. Estoy contenta.
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El lila es feminidad lo sabias??
ResponderEliminarahora hacia el verde..Esperanza!!
Gracias por tu sabiduria Palmoba :)
ResponderEliminarYo también tuve unos tejanos lilas, pero lo cierto es que yo nunca me sentí a gusto con ellos, ni sabía combinarlos demasiado bien.
ResponderEliminarFue una cosa de mi madre, a la que después de haberme hinchado a ponerme lazos, en la adolescencia decidió pasar a los chandals con rodilleras y a las chaquetas con hombreras, junto con los colores originales. Ahora que lo pienso los 90 fueron una época muy dura.
Pero si hubiera sabido que a ti te hacían tanta ilusión jamás los hubiera manchado de lejía.
¡Felicidades por esa época que empieza!
¡Gracias Rebeca! Si es de gustos no hay nada escrito jajaj! y más de ropa! ¿eh? Que somos muy pejilgueras en eso, y mola, pq veo que lo que para mi era algo muy hermoso, para ti era horrible, lo que es la vida :) Besos
ResponderEliminarYo tenia hasta hace poco unos tejanos rasgados por "causas naturales", no artificiales, hasta que se me coló un pié en el rasgón más gordo y se hizo, ajem ajem, gigantesco XDDD.
ResponderEliminarLo bueno es que la gente se pensaba que ya eran rasgados de los de paganini XD, y no no, eran de mis aventuras montañesas. En fins, pasaron a mejor vida, snif snif.