Por una parte, el vivir el aqui y el ahora te hace pensar en que he podido disfrutar lo que ha llegado en el momento que pude y eso ya es pasado. Anclarme en esas emociones sería dejarme llevar por la nostalgía y quedarme de nuevo parada sin saber que hacer. Seguir caminando y vivir el presente sería lo más sano y cuesta, mucho.
Porque hoy es martes, un día laboral normal y corriente. El finde pasó con buen sabor de boca y no puedo retenerlo por más tiempo. Si que puedo sacar las cosas positivas y aquello que más me gustó, como algo bueno, como algo a retener y aceptar, también puedo ser capaz de integrar emociones positivas para seguir creciendo como persona, no tan solo las negativas.
Porque soy una gran especialista en retener lo negativo, lo neurótico y me cuesta poder sostener lo bueno y lo positivo, y eso ha de cambiar y poco a poco lo voy haciendo. Dar más importancia y saberme recompensar por las emociones positivas y mis actos que no han sido producto de la neura, sino de mi autenticidad, saberme valorar y creer fielmente en mi criterio.
A todo esto, mantenerme firme en mis valores, en saber que si hay alguien que no le gusta mi manera de actuar, no culparme sino tenerlo en cuenta y seguir siendo yo misma, le pese a quien le pese, porque nadie sabe lo que estoy sintiendo, en realidad nadie debería juzgar a nadie y aun asi, ocurre, es muy triste.
Sigo en mi trabajo de poder conectar conmigo misma, con mis emociones positivas, en siendo amable y mi mejor amiga, que nadie me quiere tanto como yo y a seguir asi, sin miedo a los demás.
Por y para mi.
A por todas!!
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