Cuando era una adolescente vivía más feliz que una perdiz, luego pasaron los veinte tantos estudiando, trabajando y yendo de un sitio a otro. Empieza la treintena ¿qué será de mi?
jueves, 7 de junio de 2012
Visceral
Cuando confrontar me es tan difícil que pienso que es mejor huir, es cuando más visceral he de meter en el asunto, empantarme, meterme hasta el fondo y ver mi polaridad oscura para que ese dolor, me sirva para aprender, precisamente, a confrontar con los demás.
Cuando la pereza me embarga y me abraza, me hace sentir cansada y fatigada y me dice con sus dulces palabras de madre "quédate en casa, quédate en la cama, siente como estas y no vayas a ningún sitio" es cuando debo agarrarla por la espalda y tirarla por el suelo, patearla y dejar KO, precisamente para coger energía y fuerza, meterla en el armario y hacer todas las cosas que tenia planeadas.
Cuando veo que alguien se molesta porque soy sincera y no es capaz de entenderme, en vez de seguir, es mejor callar y reflexionar, dejar que fluya el silencio y siendo claros que discutirse no llega a ninguna parte y que hay veces que es mejor dar la razón, siendo asertiva, que seguir empepinados y obcecados en la terquedad.
Hoy me siento tranquila, feliz y con ganas de aprender de esta vida que me ha tocado vivir, quiero disfrutarla a tu lado, al tuyo y con el y con ella.
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Mejor mantenerse siempre activa para que no nos pueda la tristeza, para seguir adelante, y sí mejor, no tratar de discutir queriendo cambiar algo que es imposible como los valores o el pensamiento de la otra persona. Bien por esa decisión tomada.
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