sábado, 18 de febrero de 2012

Me estoy dejando


Vale, lo acepto, desde que empezó el frío del invierno no he hecho nada para cuidarme o seguir cualquier tipo de hábito bueno y sano en mi vida. Me falta, de nuevo, motivación y ganas para volverme a poner a mi cuerpo en marcha, por mucho que me cueste hacerlo.

Estoy en plan perezosa total, me está gustando demasiado dormir y echar siestas y estoy dejando de lado el hacer ejercicio con las pesas fluorescentes del Decatlhon o pillar el Spotify y empezar a bailar para ir dejando a mi cuerpo un poco más de soltura, ya que me noto en todos los aspectos, oxidada.

Uno de los cambios en mi ha sido dejar crecer mi flequillo, digamos que estaba algo ya cansada de ir recortándolo y como ha pasado ya casi un año desde que me corté el pelo a lo Bob, pues ahora toca cambio de look grunge. Esto quiere decir dejar crecer todo, tanto flequillos como puntas y volver a mi melena larga.

La ropa, ummm, ha habido algún que otro cambio y siempre en confluencia con mi manera de ser en ese momento. Me compré dos vestidos en Navidad, muy bonitos en serio y a causa de mi terror a la aprobación de los demás, me los he puesto poco. Un suspenso para mi porque nada ni nadie puede decirme si algo me gusta aunque siempre aparece esa pereza o ese miedo a no gustar y me dejo fluir por lo que me dicen. En fin, menos mal que me he dado cuenta ya, algo es algo.

También tengo presente que mi personalidad es mía y que me encanta ser como soy, tal y como de dijo, un mes antes, en el trabajo Gestalt, mi niña interior. Soy hermosa, no debo hacerme tanto daño y repudiarme en el espejo. Y soy yo, sólo yo la que ha de quererse tal como es y empezar otra vez a tenerme en cuenta, a quererme y cuidarme. Me lo merezco, soy genial tal como soy y después de curtir mi asignatura pendiente con la sociedad "decir NO" pues sólo hace falta pulirme.

Y digo NO a quienes me quieren mangonear, manipular o hacerme ver que no soy nada. Vale, quizás he exagerado, pero yo me entiendo muy bien. El No es algo muy novedoso para mi y que respeten mi espacio, aun más. Creo pensar que durante este tiempo de introspección, he aprendido a decir a la gente que no, como dicen los Deluxe.

Y digo Si a quererme y verme infinitamente hermosa, porque es verdad y el que lo dude es problema suyo, otra cosa a aprender. Antes de empezar a volverme loca con los problemas de los otros, mejor pensar y decir ¿realmente tengo que rallarme tanto? Si es un no, el problema es de la otra persona y si quiere que le ayude, ya lo dirá, sino, es una pérdida de tiempo. No soy Teresa de Calcuta ni quiero ayudar por caridad, es una pérdida de energía, tiempo y ganas increíbles. Saber priorizar cuales son mis problemas ha sido como una revelación para mi, acostumbrada a absorber cualquier tema que no me incumbe como algo personal.

En fin, en respuesta a Tomo que me dijo que tenia este Blog bastante aparcado, le digo que aquí tiene y tengo una entrada muy personal, haciendo balance mío y decir que el invierno me da pereza y eso es algo que se ha de cambiar porque sino...me escondo en mi caparazón de tortuga.

5 comentarios:

  1. El NO es algo bastante difícil, no solo de decir por parte nuestra, sino de asumir que nos lo digan.

    El trabajo es doble: saber decir NO con educación y respeto, sin justificarse (ojo, justificarse, que no es lo mismo que explicar el motivo), y aceptar los NO sin tomárnoslo como algo personal ni como algo que hacen porque están en nuestra contra.

    ¿La clave? Respeto.

    Nos hacemos valer cuando nos plantamos, y nos hacemos valer cuando la otra persona ve que su NO no nos causa una crisis nerviosa XDDD

    Y a seguir currando, que es gerundio.

    Bss

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  2. El no es un arma muy poderosa lo que pasa es que no estoy acostumbrada a decirla y me produce hasta mucho respeto, por eso, voy con cuidado. El saber decir no forma parte de la asertividad, decir que no estas de acuerdo con alguien con respeto. Porque si nos vamos con los insultos y faltas de respeto entonces perdemos credibilidad. Además, hablando de mi, si ya me cuesta decir no, perder el respeto aun me cuesta más y no puedo discernir entre el decir no y el respetar quien tengo delante.

    Creo Marc que hemos pasado por una época en que nos hemos dicho bastantes no y alguna cosa ha ocurrido, para bien o para mal, ha habido un cambio. Ahora falta saber que cambio ha pasado, los motivos los sabemos de sobra.

    Tb el admitir un no cuesta, eso ya lo sé, saber poner limites y que te los pongan son asigntaruas pendientes en mi, poco a poco.

    Gracias por el comentario :)

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  3. Me olvidé de un NO: el que uno debe ponerse a uno mismo, sobretodo a sus apegos y a lo que uno llega a hacer movido por ellos. Son unos bichos muy sutiles, y cuando matas uno van y aparecen dos...

    El no es una asignatura pendiente para todos. Lo más difícil es sobreponerse a la creencia que la persona que nos lo dice deja de querernos o de estar ahí (y me incluyo en la masa de gente a la que le pasa esto).

    Ese si que es un bicho malo y difícil de erradicar, pero sabiendo que está ahí se tiene la mitad del trabajo hecho, ¿no crees?

    Ya parlem, hermosa ;)

    Bss

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  4. No a los demas.
    Si para ti!
    Regalate eso y acepta que lo que se regala ya no se quita!!

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  5. Esta entrada no habría sido posible sin esta conversación.

    http://lacanciondelsapo.blogspot.com/2012/02/la-cancion-de-la-lechuza.html

    Gracias

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