Según Albert Espinosa, en su libro " El mundo amarillo" dice que el dolor no es un concepto como tal sino que se puede desgranar en otras emociones porque sino, nos quedamos con algo intangible y muy negativo.
El comentaba que cuando le pinchaban para las analíticas, al principio, si que sentía dolor físico y que poco a poco pudo cambiar ese concepto por otros como: malestar, picor, quemazón o tal vez no sentía nada y alguna vez hasta sintió alivio y esperanza.
He seguido los consejos de Espinosa y ante un dolor inesperado, emocional, he podido sacar tres sentimientos acerca de ello que son: decepción, frustración y traición. Vale, no son muy bonitos tampoco y considero que asi me he sentido estos último días por motivos varios. Al menos ese dolor se ha transformado, aqui y ahora, en algo que yo puedo reconocer, sostener y transformar.
Estoy en la fase de renocer el porqué de la decepción y he encontrado la respuesta. He dado mucho y me he sentido inferior, lo cual, he hecho cosas que quizás me han rebajado o tal vez debería haber pensado con más calma antes de hacerlas. De ahi saco mi parte más maternal y el amor incondicional, el dar demasiado y mi confluencia con la otra persona. Pongo un Stop ante estas amenazas tóxicas hacia mi autoestima.
La frustración tiene que ver con todos esos momentos en que he pensado y me he culpado (etiquetado) como una neurótica catastrofista y en realidad, el tiempo me ha dado la razón de que no lo era, al menos, no en el grado que yo me consideraba. Que sigo pensando que en algunas cosas me neurotizo pero ni de lejos como antes y en eso si que he llegado a la fase se sostener y transformar.
Esa frustración que sentí ayer, ahora se ha convertido en orgullo y fuerza. La realidad me ha dado la razón y eso me lleva a pensar que yo no oculto, que soy sincera y digo las cosas tal como las pienso, confrontando cuando algo no me gusta y siendo empática cuando lo siento asi. Estoy orgullosa de haber sido autentica y tengo fuerza para sentirla. En todo momento he sentido un sentimiento muy grande, inmenso que a veces ha ido dismiuyendo, otras se ha acelerado pero ha sido siempre el mismo, la misma palabra (amor y no amistad) durante todo este tiempo y de eso también me enrogullezco porque desde el primer día, ese sentimiento estaba y esta ahi.
De la traición, algo de lo que nunca me acostumbraré a sentir, es que he podido sostener y transformar esos hechos ahora ya confirmados en algo mucho más sano que es dejar de lado de una vez mi parte más niña, de rabietas y también la inocente que se lo cree todo en alguien más maduro que piensa y reflexiona porque hay algo que le da mala espina y hacerse más caso a si misma (intuición).
Tengo mucha capacidad de transformar, de construir y de amar, de eso también estoy orgullosa y nadie me va a quitar lo que soy. Transformo esos sentimientos negativos en algo que puedo sostener y cambiar para mi, haciendome crecer mucho más como persona, dando un paso más adelante y no atrás.
Por si alguien no se había dado cuenta, de estas realidades que me surjen, renazco y me hacen aun más fuerte, por eso, pienso cada día más que valgo muchísimo, mi seguridad personal va en aumento y no voy a caer en más confluencias, ni simbiosis ni infravalorarme porque he visto y estoy sintiendo ahora que sólo me llevan a estas tres palabras tan poco sanas que son la decepción, la traición y la frustración.
Por y para mi, que aqui y ahora estoy orgullosa, segura y con fuerza para tirar adelante.
