Otoño y frío

                                              

Hace ya unos días que se ha instaurado, por fin, el frío en Barcelona y eso me trae a la memoria muchas cosas:

- Que se acercan las Navidades,época con la que disfruto con la familia y me pone de buen humor.

- Las cenas con los amigos, las amigas de bachillerato y las de empresa. Me encantan, me siento genial, para nadas las rehuyo porque aunque sea una vez al año, me noto más próxima a según que gente.

- La ropa que se ha de cambiar, dejar las mangas cortas y blusitas en el fondo de armario y con paciencia, volver a poner en los primeros estantes los jerséis de cuello largo y los de lana.

Me voy a detener en este tercer punto ya que me gustaría hablarlo más a fondo.

A mi me gusta mucho el otoño y más el invierno, son épocas en que ya sea por el frío o porque no hay casi luz de sol, necesitas estar más con tu gente y sentirte bien contigo misma.

La idea de ir un día con Tomo a comprar ropa de invierno, de abrigo, me fascina y temo ir porque sé que como buena manirota, mi tarjeta se convertirá en llamas de consumismo, pero, disfruto con ello.

He dado mucha ropa de abrigo de otros años a beneficencia, me he quedado con lo imprescindible y ahora toca salir a buscar las cosas que me faltan, esta vez, con más gusto y guiada por la Cosmopolitan, blogs diversos que sigo y los consejos de mis amigos. Sé que me lo pasaré teta.

Tengo pensado comprarme una Blazer, le tengo ganas de hace tiempo pero aun no he encontrado una larga para combinar con tejanos (ah, y que sea barata).

También ir mirando otro tipo de jerseys que no sean de cuello largo pero que sean chulos, de color naranja por ejemplo o mirar en Desigual Outlet para llevarme uno muy colorido.

Asi que en este plan que voy, a consumir y mirar tiendas y más tiendas me pongo a pensar que voy a regalar este año a quien tengo en mente. Hay tantas cosas que buscar, que rebuscar, que le gustarán o que no. Buscar el regalo adecuado pero sin pasarse, ver que le hace ilusión y sobretodo que es práctico y que se puede acordar de mi en cuanto lo vea. No sé, estoy en blanco y más cuando esa persona no te lo pone nada fácil.De hecho, otros regalos como cumpleaños y demás aniversarios creo que no he sabido dar con sus gustos o quizás es que tal como se define "no me gustan los regalos". Habrá que hacerle caso e inventarse algo creativo que le haga mas ilusión que no un simple objeto para guardar o usar.

Con este frío que se avecina y mi cama calentita que me espera, cada día, más pronto me ayudarán a organizarme y crear un regalo novedoso y a la par encantador, algo se me ocurrirá, sino puedo recurrir a Tomo y Masami para que me echen una mano.

Bueno, abrigaos bien, tomar muchas naranjas y mandarinas para los resfriados y usar esos bonitos pañuelos y bufandas, que el tiempo está cada día gélido pero con corazones encendidos.