jueves, 10 de noviembre de 2011

Echando de menos



Han pasado 15 días y tengo la sensación de que han pasado muchas semanas, porque me cuesta mucho el no poder tenerte aquí aunque sea el fin de semana.

Del pasado recojo todas las emociones que lo forman: los mimos, los besos, las caricias, el pasear cogidos de la mano, cenar, poner velitas y reír, sobretodo reír contando anécdotas, chistes...El sólo verte y desearte, el estar siempre sentada en tu regazo mirando Internet, chatear a dos bandas y sonreír, cogernos de las manos mientras pasamos los pasos de cebra, descubrir bares raros, bares con chupitos diferentes, compartir el postre, los cafés y los bombones. El beber más de la cuenta, copas de vino, chupitos de Orujo, de Absenta e ir cabeceando en el Taxi mientras nos abrazamos mirando el espejo del ascensor y hacer la noche nuestra. Por todo eso y más te echo de menos, porque me faltas, porque me habitué a ti.

Del presente, del aquí y ahora, tan sólo una llamada explicándome que también me encuentras a faltar como me dices últimamente y lo celebro porque te sale espontaneo, no tengo que decirte nada más allá, no te cuesta decírmelo y me encanta que sea así.

Del futuro, que dentro de otros 15 días vuelvas a mi lado en cualquier lugar porque sé y sabemos que tenemos ganas de vernos, querernos y tenernos. Ese es mi deseo y mi fantasía es que nos lo pasemos lo mejor posible y no me cueste tanto tenerte lejos.

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