miércoles, 25 de septiembre de 2013

Beauvoir je t'aime



Estoy en fase mental, en fase totalmente intelectual y es por eso que me paso más tiempo leyendo y viendo películas raras que estando por ahí buscando y encontrando gente.

El motivo fundamental es la profunda indolencia y que me temo se disipará como una bofetada cuando empiece tercero de Gestalt, o sino antes, con Laura G o en algún taller que me haya apuntado con la siempre ilusión de encontrarme, quererme y acabar luego, con insomnio y pensando que esa ilusión se ha convertido, otra vez, en una actitud pueril y desconfiada de mí misma.

Me he leído “Memorias de una mujer formal” de Simone de Beauvoir en menos de una semana y de ella he sacado la conclusión de que las mujeres, sea cual sea el siglo en que hayan vivido, introvertidas y con personalidad rarita les pasan cosas muy similares. Mientra leía que Simone estaba viviendo con mucha gente y en realidad se sentía sola, me asombré y cuando explicó que prefería la compañía de un libro a la de una persona, entonces casi me da algo porque hay ciertos momentos muy míos en que me gustaría convertirme en eso, en un carácter más de un libro.

Simone de Beauvoir escribió otro libro que se convirtió en libro-manual del feminismo actual. Ella no lo supo hasta que años más tarde vio con sus propios ojos que sus pensamientos también lo compartían miles de mujeres, casi todas trabajadoras y que habían visto como sus antecesoras (madres, tías, abuelas) habían sido simplemente un agregado dependiente del hombre. Hay que agradecer a Simone y muchas de estas teóricas el hecho de que la mujer pueda votar y hasta hace relativamente poco, abortar. Sorprende leer que en algunos aspectos y según la política del momento, la sociedad haya dado pasos atrás en cuanto a feminismo y salud hacia la mujer.

Todavía no he leído “El segundo sexo”, estoy digiriendo su biografía (memorias de una mujer formal) porque hay muchas cosas que me han llamado la atención y que espero me puedan ayudar para aclarar mi vida personal. Ella fue existencialista (base teórica también de la Gestalt de Perls) al igual que su compañero J.P.Sartre, dos escritores y filósofos que cambiaron y revolucionaron los pensamientos de una sociedad aburguesada como la francesa. Ni que decir tiene que en España esas revoluciones no ocurrieron por estar Franco como generalísimo del Estado, con lo cual, aun seguimos atrasados (no hace falta ni confirmarlo) en lo que a filosofía y psicología se refiere y más estando la derecha en el poder en estos momentos.

Yo me pregunto donde están esas mujeres que han luchado tanto para ser libres porque a día de hoy se les echa en falta. En la generación de mi madre sé que existen porque en mi familia, las mujeres han tenido un papel muy importante y han sido las que han trabajado y han estudiado. Recuerdo a mi abuela materna hacer la administración del dinero y la gestión del dinero familiar, trabajar y estudiar porque ella quería. Fue una mujer muy inteligente y que heredaron mis tías (todas mujeres) que se fueron sin dudarlo a la ciudad a probar suerte y dejar el campo porque ellas servían para algo más que lo rural.

Mi madre en cambio no quiso estudiar, ella se define como trabajadora nata y que aunque tuvo el mismo derecho a entrar en institutos y demás, ella prefirió tener dinero para formar una familia. Ella fue la más conservadora de todas y no es raro que tuviera más afinidad con mi abuelo. En cambio mis otras tías tardaron en casarse y tuvieron tiempo de estudiar y sacarse sus estudios secundarios, cosa que a día de hoy mi madre se lamenta un poco y me dice que si lo hubiera sabido, no se casa ni tan siquiera y se hubiera olvidado de la tontería del marido y los hijos...aunque cuando nos ve enseguida se le pasa y se siente orgullosa de ser como es. Porque de eso no le falta, ni genio ni orgullo.

Y volviendo a mi pregunta, después de repasar mi pasado ¿Dónde están las mujeres luchadoras? ¿Es que nos hemos convertido de nuevo en mujeres floreros, bajo el dictamen de la moda y la estética que ya no nos importa lo intelectual o las ideas? ¿Qué va a ocurrir con las chicas más jóvenes que ni tan siquiera saben que es el feminismo? ¿Estamos yendo hacia atrás? ¿Estancamiento?

domingo, 22 de septiembre de 2013

Moda Otoño



Os dejo una propuesta de look de otoño de Desigual y H&M, las dos tiendas donde he estado esta semana y sinceramente, las que más me han gustado.

Está muy de moda el look navy, el militar y sobretodo el grunge y a mi no me gustan nada de nada. Vuelven las sudaderas anchas y el jersey de lana de agujeros grandes y de colores caqui.

Yo prefiero ir a dar una vuelta por el outlet de Desigual y buscar algún jersey tipo casual urbano y ponerme unos pantalones vaqueros negros rectos o un pelín acampanados. Sin dudar, ponerme unos botines tipo rocker con hebilla grande y algo de tacón (para ir a trabajar) y un bolso mediano.

Este que os muestro me ha gustado mucho y por menos de 50 euros lo podemos tener... eso sí, te ha de gustar el estilo Desigual y llevar alguna chaqueta tipo cuero de color negro por si hace más fresco por la noche.

Como el azul también está marcando tendencia este año, también lo he elegido como color must pero se puede encontrar este jersey en colores rosados, el bolso también, al igual que los accesorios.

¡A mi me gusta mucho!

martes, 17 de septiembre de 2013

Heart Moments

El tiempo pasa pero la música me deja una impronta definitiva en mi corazón, en una cajita de música que se acciona con los recuerdos pasados. Es una manera muy mía de querer recordar con más empeño a aquellas personas que han significado algo para mi.

Este año y la mitad del anterior han sido momentos ambivalentes, de cambios y luchas, de reproches y perdones... No hay manera de estar estática, soy cambiante, impulsiva y es por eso que me aferro a esas canciones que llevan escrito bajo sus letras, el nombre de quien pienso.

Sil me recuerda a esa canción tan electrónica que ponen en discotecas alternativas de por aqui. Me refiero a Kids, de MTMG. Recuerdo a Sil bailando esta canción con los ojos cerrados y al compás del teclado, yo me la quedaba mirando pensando que era una de sus favoritas. Cuando me dijo que no tenía ni idea de que song era me quedé flipada, aun así, cuando la rememoro me la sale la cabecita de Sil dando tumbos y llevando su ritmo.

Cuando subía y bajaba en coche de empresa en el trabajo, Zen llevaba los cuarenta. A veces escuchábamos a San Bernardino o lo que fuera. Hubo un tiempo en que los dos estábamos muy unidos y la canción que más sonaba era la "Por quererte" de Efecto Mariposa. Es bonita, la letra me llega bastante y es agradable de escuchar mientras vas y vienes con alguien especial pero que no ocurre nada de nada. Me recuerdo a mi mirando el paisaje, sin hablar, cosa rara y pensando en esos días tan inciertos.

En el pueblo, cuando volví a ver a Lobo recordé su manía de hacerme llevar cada año muchas cintas de casete de tipo metal, cualquier tipo de metal. Yo las recopilaba de mi hermano y sus amigos y le llevé decenas de ellas. Siempre me lo recuerdo cuando nos vemos sin más en las Fiestas o en semana santa. Aquella cinta tan mítica de Deustche Metal que ni la mitad de grupos sabíamos y que nos sabíamos de memoria de escucharla todas las noches de aquel verano del 99. Su canción, como no, es la de Accept, I'm a rebel. Me la dedicaba y me la cantaba día sí y día también recordandome que antes de que me fuera a Barcelona, lo que teniamos que hacer era huir los dos solos al monte y vivir alli para siempre. Felices años.

De la xungui de Gestalt, esta muchacha que me hizo cantar Extremoduro en el stage y que no parábamos de tocar la moral a los demás, me recuerda a una canción de los mismos. "Que sonrisa tan rara" y es que no paraba de canturrear y dar a unos bombos que habíamos hecho de cajas de cartón.

Mi pasota también de Gestalt tiene una canción en su recuerdo ya que es la compi que mejor me llevo del grupo. Es muy nuevo el single aunque el cantante es famoso por lo de la Cyrus esa que la lió en Mtv. Me refiero a "Blurred Lines" de Robin Ticke. Lleva su personalidad esta canción, porque ella es asi, escurridiza, tranquila y con ganas siempre de salir y pasarlo bien.

Y para acabar, dedicar la última canción de este año o al menos del blog a Skar. Podrían haber miles porque he pasado tiempo con él y hemos estado en muchas situaciones. Podría dedicar una canción por día según mi estado afectivo. Para hacer resumen y tener una canción mente-corazón adecuada, sería escuchar la de "Dandy in the Underworld" porque es melancólica, es divertida y porque Bolan me saca el lado más tierno en sus canciones. Y tiene un no se qué en su ritmo que me hace recordar buenos momentos con él.

Así me despido de esta entrada, con la voz de Marc Bolan hablando de no sé que guapo en un mundo subterraneo y lleno de monstruos, mientras la purpurina y su boa le da su encanto glam.


martes, 10 de septiembre de 2013

Experiencias de viajar I


Este verano me propuse estar activa y se me ocurrió que con los ahorros del año, podría invertir en viajes personales. Pensé y reflexioné en que no había otra manera más efectiva y divertida que gastar y vivir durante un mes para mi misma y la idea me fascinó, así que enseguida me puse manos a la obra e inicié una organización personal para poder disfrutar al máximo las ciudades que visitaba y a mi misma.

Empecé por las más difíciles, Moscú y San Petersburgo. Ahora, que he podido digerir ese viaje me parece que han sido las más complicadas. Primero porque son ciudades poco dadas al turismo y noto cierto , como diría yo, resentimiento o rencor a los occidentales. Quizás fueran las maneras un tanto marciales en el tono de voz de los camareros o gente que trabaja de cara al público o turistas pero se podía sentir algún sentimentalismo comunista y esto lo pude comprobar con las funcionarias (si, mujeres, la mayoría de trabajadoras son mujeres) de los teatros, museos y palacios que visité. Sus caras eran tristes, ojos claros y apagados, ni una sonrisa de saludo, ni una palabra que no fuera: niet, da...
La seguridad de la que se ocupaba la Plaza Roja y los monumentos a los caídos en la II Guerra mundial eran hombres, la mayoría muy jóvenes, imberbes, rubios y de ojos muy claros. No sonreían claro y con las manos en la espalda, nos observaban mientras pasábamos delante de ellos. Habían tantos y tan parecidos que se me ocurrió que han creado un perfil de guardias de seguridad para acceder al puesto. Me transmitían frialdad y rigidez, supongo que el clima, la educación y todos esos factores genéticos les hacen ser así, tan diferentes a los del sur.

La ciudad de Moscú es enorme y surrealista, con sus monumentos enormes dados a una megalomanía excéntrica estalinista y una religión ortodoxa que dominó al pueblo con sus castigos al cuerpo, dando más énfasis a la espiritualidad. Es por eso que no encontré ningún cuadro anterior al siglo XV ni ninguna escultura...todo era castigado porque el cuerpo, la carne, era fruto del demonio. Ahora puedo entender el porqué de esa conducta actual moscovita, al ser tan ortodoxos, al tener arraigado el comunismo más feroz, sólo cabe la posibilidad de tener personas que trabajen, den su vida al gobierno y no se ocupen de sí mismos ni de su felicidad. Quizás su idea de felicidad es muy dispar a la mía, no puedo juzgar sobre ello, tan sólo compararla y me parece muy triste.

En San Petersburgo, al principio, daba la sensación que era una ciudad más amable y elegante. Lo segundo si es cierto, lo primero a lo largo de tres días pude comprobar que no. Sólo hace 10 años que tienen turistas y eso se nota. No hablan inglés y has de usar tu creatividad para que te entiendan. En el metro, en los tranvías, era fácil equivocarte y daba miedo preguntar porque ponían cara de fastidio. Menos mal que encontré a varias mujeres que sí se prestaron a indicarme el camino correcto al hotel y alguna estudiante de español que tenía la ilusión de ir a probar suerte a Barcelona, tal como me contó, que también me ayudó a descifrar algo el alfabeto cirílico. Les doy las gracias desde aqui, muchas spasivas.

No iba sola por Rusia, tenía un grupo de Singles y me hice más con dos chicas de Barcelona que me parecieron muy buena gente. Una, psicóloga y la otra administrativa. Con la psicóloga pude hacer más amistad y nos paseábamos fuera del grupo, sin entrar en souvenires baratos ni en los lugares donde nos aconsejaba la guía de pasar. Enseguida nos dimos cuenta que los guías ahí tenían cierta comisión con las cafeterías, tiendas y pasamos de ir, fuimos por nuestra cuenta. Encontré la casa del libro donde compré una guía sensacional de la ciudad, nada que ver con lo que venden los tenderos de calle a cinco euros. Y también de pura casualidad, una librería antigua donde encontré "El jugador" a un precio mínimo y que me prometí a mi misma empezar una vez acabase con Sarte y su existencialismo.
Con el grupo en sí me sentí bien, aunque no hice grandes esfuerzos por agradar ni entrar en amistad con nadie, iba a mi bola. De hecho, disfrutaba más de mis paseos con la psicóloga que de las cenas que hacían con vino y vodka hasta casi el amanecer, realmente no me apetecía y no lo hice, no me arrepiento de nada.

Volver a Barcelona y tener unos días para mí fue perfecto para digerir este viaje. ME sentía algo apagada por la desilusión de Moscú, me la esperaba de otra manera, más una ilusión adolescente que tenía apegada como una espina en el corazón de quinceañera mientras estudiaba a los bolcheviques y las ideas de Lenin, ahora nada tiene que ver con aquello y para más inri, ni te enseñan ni te explican esa época comunista, supongo que nos les gusta enseñar sus miserias.

Eché de menos lo agradable de una sonrisa mientras estuve allí, eché de menos el poder salir por la ciudad sin tener que ir mirando si alguien quiere hacer algo raro (habían mucho borracho suelto o indigentes que te escupían) y eché de menos esa manera de tratar al turista que de buen gusto y agrado trabajan aqui en España. No eché de menos la independencia y libertad de poder estar allí sin ser visto, me pude esconder y nadie me echaba en falta, podría haber desaparecido y nadie se hubiera dado cuenta.

De esta experiencia y a modo de resumen, saco la conclusión de que no hay que tener miedo a viajar con compañeros de viaje que no conoces, yo tenía la opción de ser muy amigable o no, todo decisión mía y sin fustigarme por no ser lo que debía ser. Fui autentica y me lo pasé genial, ser falsa no lleva a ningún sitio.
Sigo en mi misma linea discreta y callada, a mi bola, sin ser autista claro pero tampoco la reina del lugar que tanto me da por saco. Equilibrio, libertad, ser alguien sin sentirme mal conmigo. Me costó, lo conseguí y estoy cansada pero feliz.

Un viaje, una experiencia realmente horosho.