viernes, 2 de agosto de 2013

Nueve, nueve

Hace unos años mi terapeuta gestáltica me comentó que yo era un eneatipo 9 y empecé a buscar información. Para nada me vi en esas cualidades ya que no quería ver mi descuido personal, mi falta de interés en cuidarme, mi problemática con la confrontación... Y con paciencia y mucho trabajo he conseguido ver tanto los pros como los contras de ser una mujer nueve: ahora puedo estar más conectada con mi cuerpo que antes intentaba ocultar, ahora lo muestro mucho más (y me sirve ver a los compañeros 3), también saber decir que NO y que sea auténtico no como una idea pasivo-agresiva o terca.


A día de hoy me cuesta decir que no y lo hago cuando me veo muy segura de mi opinión y de mi misma, sino, lo que ocurre es que me dejo llevar por la opinión del otro y ya me borro, creando luego mucha frustración y rabia hacia esa misma persona y hacia mi misma, doliéndome la cabeza o teniendo mucha tensión corporal por no expresar, por no confrontar.

Lo que realmente me ayuda a estar sana como nueve que soy, es aceptar mis maneras sencillas de hacer, acepto que me cuesta arrancar y acepto también que prefiero la paz a la guerra. Me gusta mucho mediar y mi trabajo consiste en eso, por ello me siento a gusto donde estoy ahora mismo.

También cuidarme mental y físicamente me ha ayudado a verme, a mostrarme y a expresarme sin miedo (porque cuando lo hago puedo irme al 6), con seguridad, teniendo muy en cuenta mi necesidad de ese momento y no la del otro. Si estoy contenta lo muestro y si siento dolor también, ya no oculto emociones y me da bastante igual lo que piensen de mi (muy nueve y gran virtud de nosotros).

No me gusta sobresalir, tampoco es mi intención ser la mirada de todos, me conformo con tener una vida sencilla, tranquila, en paz... sin muchos altibajos emocionales, disfrutando del momento, queriéndome mucho y valorando todo lo que tengo porque hasta hace poco no lo valoraba. También, separarme de aquello que me hacia daño y seguía aun siendo consciente. He dejado relaciones de pareja por ser sumisa y abnegada, he dejado de lado a grandes amigos porque me notaba "abusada" emocionalmente por no decir que NO y ahora, me he quedado con las personas que me generan paz y me siento bien con ellas. Es una gran trabajo existencial el poder sanarse, el poder ser consciente y aceptar el eneatipo correspondiente. Y aun queda mucho y lo bonito es lo misterioso que llega a ser...